“El planeta no tolerará una conferencia Río + 40”

Representantes de 150 organizaciones y movimientos sociales de varios países anunciaron en Río de Janeiro la realización de la Cumbre de los Pueblos, paralelo a la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (Río +20), que se celebrará del 4 al 6 de junio del año próximo. 

"No tendremos una conferencia Río +40. Nuestro planeta no lo tolerará. Estamos cansados de tantas conferencias de las Naciones Unidas y otras instituciones multilaterales con muy bajo poder de implementación y que establecen compromisos por debajo de la urgencia de la crisis que acomete a la Tierra. También queremos movilizar a la opinión pública en el debate por otro modelo", dijo Fatima Mello, de la Red Brasileña por la Integración los Pueblos (REBRIP).

Junto con otros representantes de la sociedad civil, en una conferencia de prensa posterior a un plenario realizado el 2 de este mes, Melo informó que el primer objetivo de la Cumbre de los Pueblos (la denominación es provisoria) es exigir a los gobiernos que le den peso político a la conferencia oficial.

La Cumbre de los Pueblos tendrá entre sus principales propósitos rescatar la noción de que existen bienes comunes a la humanidad, noción incompatible con la actual mercantilización de la vida y de la naturaleza. 

"Tenemos que discutir esta idea: agua, tierra, bosques, biodiversidad y también servicios públicos como educación y salud no pueden estar en las manos de los mercados con fines de lucro. La sociedad debe tener acceso a todo eso como un bien público y universal, como condición primera para la justicia social y ambiental en el mundo", señaló. 

Otro eje que deberá guiar la cumbre es la presentación de experiencias que aplican otras visiones de la economía y de la organización social. Ejemplos como el de la economía solidaria, que ofrece circuitos más cortos y justos entre la producción y el consumo, y la agroecología, que apunta a formas de producción de alimentos basadas sobre pequeñas propiedades, de manera sostenible y sin uso de insumos químicos, como los pesticidas. 

Hora de señalar contradicciones

En el momento en que se prepara para acoger la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, Río de Janeiro sufre una intensa mercantilización ligada, entre otros factores, a la realización de mega-eventos deportivos, en especial la Copa del Mundo FIFA 2014 (de fútbol) y los Juegos Olímpicos de 2016. 

Este proceso ha estado marcado por la falta de transparencia y diálogo con la sociedad civil, así como por la violación de derechos, como el derecho a la vivienda digna. La Cumbre de los Pueblos deberá abordar esta contradicción.

Marcelo Durão, del sindicato de agricultores la Vía Campesina, señaló que la lógica de los eventos ha sido la de apropiación de los territorios. 

Y esta no sería la única contradicción del gobierno brasileño en relación con la conferencia Río +20. Se perciben cambios perjudiciales para el ambiente y los pueblos, como los propuestos en el nuevo Código Forestal de Brasil y en el estudio de un proyecto de ley que permite el uso de semillas Terminador, que no se reproducen a las que el mercado promociona como solución a la contaminación aunque activistas las consideran un duro golpe contra la biodiversidad, los conocimientos ancestrales y los derechos de los agricultores que producen sus propias semillas hace miles de años.

Los organizadores planean vincular la Cumbre de los Pueblos enlazada con luchas reales, como las de resistencia a las políticas impuestas por el G-20 y el proceso del Foro Social Mundial. 

Fuente: Informe de Lívia Duarte para el Foro Social Mundial.