México: Impostergable revisar el paradigma de desarrollo desde el enfoque de derechos

Un rostro de la pobreza urbana
en ciudad de México: Familia que
-sin opciones- migra del campo.
(Foto: Marlon Berlanga)

El Informe gubernamental de avance 2010 sobre los ODM en México subraya que la mayoría de los indicadores asociados a los ODM y a sus metas mejoraron significativamente, afirmando haber cumplido con la mayoría y previendo cumplir el resto para 2015.

No obstante los avances, el Informe indica que aún queda un largo camino por recorrer: persiste la desigualdad en el ingreso y las condiciones de pobreza y vulnerabilidad en que aún viven muchas familias; es necesario reducir la mortalidad materna, consolidar la equidad de género; sigue pendiente el reto vital del medio ambiente y un mayor crecimiento económico.

Desde la perspectiva de organizaciones civiles y sociales el panorama nacional de pobreza, desigualdad y violaciones a los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, pone en cuestión la efectividad de la política social que se ha venido implementando y revela las limitaciones del enfoque de los ODM. La administración federal que regirá al país de 2013 a 2018 tiene una oportunidad inmejorable de redefinir el rumbo.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) establece que entre 2008 y 2010 se redujo el ingreso real de los hogares en áreas urbanas y aumentó la pobreza: alimentaria a 18,8% de la población, la de capacidades a 26,7% y la de patrimonio a 51,3%. Asimismo, como resultado de la medición multidimensional de la pobreza, el Coneval identifica  que en 2010 cerca de la mitad de la población en México (52.1 millones de personas) vivía en condiciones de pobreza, y que en el resto de la población considerada no pobre se presentaba diferentes grados de vulnerabilidad por ingresos o de vulnerabilidad por carencias sociales.

Los derechos humanos se encuentran en franco retroceso por acciones y omisiones del Estado, que obedecen a una agenda corporativa y a la lógica del liberalismo comercial y de inversiones, distanciándose de los objetivos del desarrollo sostenible y equitativo. Su imposición desmantela cualquier avance democrático, debilita los canales institucionales de diálogo y debate, y victimiza doblemente a la población afectada que se organiza, protesta y por ello es criminalizada.

Por todo esto, resulta impostergable la revisión del modelo de desarrollo nacional desde el enfoque de derechos humanos. De no cambiar seriamente el rumbo, México acumulará rezagos y una diversidad de problemas que le impedirán consolidar su desarrollo. Asimismo, sostener una mirada acrítica y triunfalista acerca de la “tarea cumplida” respecto de los ODM sin reparar en las limitaciones y contradicciones de las políticas social y económica en curso, terminará minando los avances sociales que se reporten en 2015.

La revisión debe hacerse también a nivel global, en aras de promover un nuevo marco de desarrollo post 2015 basado en la agenda integral y sustantiva de los instrumentos internacionales de derechos humanos; agenda dinámica que se ve constantemente revitalizada y  enriquecida desde las perspectivas y luchas de pueblos originarios,  comunidades rurales y/o urbanas que proponen otra relación con el entorno, un modo de vida digno, sostenible, solidario, incluyente, con justicia social, paz y equidad.

Fuente:
Informe Nacional del punto focal y la coalición mexicana, Social Watch 2013.
http://www.socialwatch.org/es/node/15757