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La preocupación por los problemas del desarrollo de los países pequeños y la consideración de la escala reducida como una variable importante debe estar presente al discutir medidas innovadoras para erradicar el coloniaje y cumplir con los Objetivos del Desarrollo Sostenible, enfrentando los retos ante el cambio climático. El problema de desarrollo alternativo en países pequeños requiere elaborar nuevos enfoques que permitan una planificación endógena apropiada, ante este problema, reconociendo que son ecosistemas frágiles, existen poblaciones con derechos humanos y enfrentamos los retos del cambio climático, evitando copiar modelos externos o exógenos y reconociendo el contexto histórico, social y cultural del país. Por eso la escasez de recursos económicos, físicos y la fragilidad de sus ecosistemas impone que se diseñen estrategias para garantizar su estabilidad económica y social, donde las condiciones políticas dentro del país deben cambiar para que el poder se asigne de tal manera que apoye estos cambios.

Cuenta la historia popular que un aduanero estaba obsesionado con descubrir qué ocultaba el viejo que cada día cruzaba su puesto fronterizo con un burro cargado de heno. Incapaz de descubrir nada raro entre el forraje, un día le anuncia:

-Me acabo de jubilar y ya no tengo autoridad, pero no voy a morir tranquilo si no sé cuál es tu negocio.

-Fácil, responde el viejo. Contrabandeo burros.

Foto: Ministerio de Trabajo
y Seguridad Social.

El Panel Abierto “Avances y desafíos sobre la Justicia Tributaria y la Justicia Social en Uruguay”, organizado por Alternativas de Desarrollo con Mujeres para una Nueva Era (DAWN), Center of Concern, Social Watch y Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID), integrantes de la Iniciativa Righting Finance, junto con el Consejo Internacional de Educación de Personas Jóvenes y Adultas (ICAE) se llevó a cabo el 16 de agosto de 2013 en Montevideo, Uruguay.

El Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta; el Director General de Rentas, Pablo Ferreri; integrantes de la academia y activistas feministas y por los derechos humanos, debatieron sobre los impactos redistributivos de la política fiscal y de empleo en Uruguay y los desafíos de futuro.

Yilmaz Aykuz. (Foto: ONU)

La agenda de las Naciones Unidas para el desarrollo después de 2015 no debería limitarse a extender o reformular los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM); en cambio, debería centrar sus esfuerzos en impulsar reformas mundiales sistémicas que eliminen los obstáculos al desarrollo y en garantizar la existencia de una atmósfera internacional propicia para la promoción del desarrollo sostenible. Naturalmente, se trata de un programa complejo y ambicioso que no podrá hacerse realidad de un día para otro. Un plan de acción para impulsar reformas sistémicas podría ser complementado, aunque no sustituido, por objetivos específicos en algunas áreas de desarrollo económico y social.

Roma en Hungría. (Foto: OACDH).

Hungría se ha vuelto en contra los ideales democráticos del mundo y su prestigio internacional, integridad y credibilidad están en su punto más bajo. Las libertades civiles están restringidas y se encamina al declive económico. La vida política se caracteriza por una peligrosa polarización ideológica y la mayoría de la sociedad está luchando contra las relaciones injustas y desiguales sin siquiera tener la esperanza de la solidaridad mutua. El 30 de noviembre de 2011, el gobierno adoptó una estrategia de inclusión social nacional a diez años acompañada de un plan de acción a corto plazo para el período 2012-2014, pero a pesar de sus loables objetivos muy poco se ha logrado hasta ahora.

Los recursos requeridos para cumplir con los programas de desarrollo sostenible post 2015 en África constituyen un serio desafío para alinear las expectativas de una ambiciosa agenda post 2015 con la implementación de la misma. Para cerrar esta brecha es crucial que la región, hasta ahora considerada significativamente dependientes de los recursos externos para financiar su desarrollo, presente su visión de cómo debe ser tratado el tema. Con el fin de contribuir a esta visión, esta síntesis se basa en las reflexiones de los representantes de la sociedad civil y expertos en las reuniones sobre el Financiamiento para el desarrollo y el marco post 2015 organizadas el 24 y 25 de febrero de 2013 en Johannesburgo, Sudáfrica, por el Parlamento Panafricano, la Declaración de la Campaña del Milenio de África, el PNUD, ACORD, Christian Aid, Tax Justice Network - África y la Red del Tercer Mundo-África, con la participación de CEPA y la Unión Africana.

Pensadores, parlamentarios y representantes de organizaciones de la sociedad civil africanos convocados en Sudáfrica por el Parlamento Panafricano articularon lo que se está convirtiendo en un creciente consenso en diversos foros continentales: "Los bloques de construcción del desarrollo" tienen que estar en el centro de las discusiones post 2015 y el imperativo de apoyar una transformación evolutiva-estructural debe informar al enfoque adoptado para la gobernabilidad (gobernanza del desarrollo), el financiamiento y las alianzas globales de desarrollo, así como los objetivos de desarrollo socioeconómico.

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) contribuyeron a centrar la atención mundial en la importancia de canalizar recursos para la reducción de la pobreza y las diferentes dimensiones del desarrollo social. En África, esto se dio en el contexto del ajuste estructural y de políticas de “desarrollo como siempre” que habían fracasado en cuanto a lograr resultados de desarrollo humano e incluso dieron lugar a retrocesos en varios países.

Durante más de una década el debate, la investigación y la práctica se concentraron en la pobreza extrema. Sin embargo, la clave de la nueva agenda de desarrollo podría estar en otro lado, mucho menos iluminado por el debate político: la desigualdad. Esto es lo que surge de varios meses de consultas con académicos y organizaciones de la sociedad civil que realizaron las agencias especializadas de las Naciones Unidas en la mujer y la infancia, ONU Mujeres y Unicef.

Feministas en el Congreso Nacional.
(Foto: CEM-H).

El Centro de Estudios de la Mujer-Honduras (CEM-H), el Centro de Derechos de Mujeres, la Red de Mujeres de la Colonia Ramón Amaya Amador, la Red de Mujeres del Manzanal, Red de Mujeres de la Col Cruz Roja estuvieron presentes el 22 de febrero en el Congreso Nacional con el objetivo de presionar y vigilar que la propuesta de tipificación del femicidio coordinada con la Secretaria de Derechos Humanos y Justicia responda al trabajo realizado durante más de diez años por las organizaciones feministas para la construcción de un tipo penal que castigue a los hombres que asesinan a mujeres por el hecho de ser mujeres.
La tipificación del femicidio significa mejorar los sistemas de registro del poder judicial, así como revisar y crear legislación necesaria, pertinente y oportuna para el reconocimiento y sanción de otras formas de violencia contra las mujeres.

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