Un premio a la incesante lucha de Hanaa Edwar por equidad y paz en Iraq

Hanaa Edwar en Estocolmo
(Foto: Hanna Navier/Kvinna till Kvinna)br>

Fuentes: Buró Internacional para la Paz, en inglésFundación Kvinna till Kvinna, en inglesIPS

Hanaa Edwar recibirá el 29 de octubre en Potsdam, Alemania, el Premio Sean MacBride de la Paz 2011, pero nada la motiva a bajar los brazos. “Debo seguir por el pueblo iraquí. Continuamos luchando por la paz, la equidad y la democracia”, dijo Edwar, cofundadora y actual secretaria general de la Asociación Al-Amal (punto focal de Social Watch en ese país), entrevistada pocas semanas atrás para el sitio web de la fundación feminista sueca Kvinna till Kvinna.

La situación de los derechos femeninos se ha deteriorado en Iraq” desde la invasión de 2003, y es preciso “fortalecer las organizaciones de mujeres y presionar a los políticos para que ellas puedan participar activamente en las negociaciones por paz y seguridad”, explicó Edwar, también fundadora de la Red Iraquí de Mujeres que integran 80 organizaciones de la sociedad civil.

Esta activista, nacida en Basora en 1946 y afiliada a la Liga de las Mujeres de Iraq cuando aún era estudiante, fue arrestada poco después del golpe de Estado de 1963. Tras fugarse de la cárcel, vivió exiliada en Alemania, Líbano y Siria, donde se mantuvo activa en la oposición contra el régimen de Saddam Hussein. Durante tres años participó en la resistencia en Kurdistán, pero sin actuar en el frente militar. De nuevo exiliada en Damasco, fundó la Asociación Al-Amal, que trasladó su sede en 1996 a la ciudad kurdistana de Erbil y, tras la invasión de 2003, a Bagdad.

Hanaa Edwar es una activista extraordinaria, célebre en todo Iraq por sus opiniones fuertes sobre la lentitud de los políticos. Es valiente, y con su vida bajo constante amenaza, no atemperó ninguna de sus posiciones ni refrenó su misión”, dijo en Ginebra Tomas Magnusson, copresidente del Buró Internacional para la Paz (IPB), la organización que asigna el Premio Sean MacBride.

.Decidida y enérgica, merece el premio por su impresionante historial de actividades para fortalecer los derechos humanos y la democracia, para desarrollar la sociedad civil y para defender los derechos femeninos. Ha representado un incansable y franco desafío para los partidos políticos dominados por hombres”, sostuvo Magnusson.

El director ejecutivo de la Red Árabe de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo (ANND, integrante de la red mundial de Social Watch), Ziad Abdel Samad, consideró a Edwar “una pionera en la lucha por los derechos femeninos y la equidad de género”. “La Red de Mujeres Iraquíes, de la que es fundadora, se ha resistido a los intentos de reforma constitucional en perjuicio de los derechos femeninos. Nos enorgullece que Hanaa sea cofundadora de ANND”, agregó.

Entre los motivos para asignarle el premio a Edwar, el IPB mencionó la Iniciativa Civil para Preservar la Constitución, uno de cuyos puntos culminantes fue la denuncia que presentó ante la Corte Suprema de Justicia contra el presidente del Parlamento ante la Corte Suprema de Justicia, por impedir la formación de un gobierno tras las elecciones de enero de 2010.

El Parlamento se declaró en sesión permanente, lo cual fue inconstitucional. Como consecuencia, no teníamos Estado: no había gobierno ni seguridad en el país. La seguridad social quedó anulada durante 18 meses”, explicó Edwar. Fue entonces que la activista promovió una sentada frente a la sede del Poder Legisativo. “Así le dijimos a nuestros políticos que pusieran fin a los principios y comenzaran a pensar en la gente”, recordó.

En junio de este año, su enérgico alegato ante la Conferencia de Derechos Humanos en Bagdad determinó la liberación de cuatro jóvenes presos políticos. “El nombre de Hanaa Edwar se ha convertido en sinónimo de defensa de los derechos humanos”, sostuvo el IPB en un comunicado.

Los desafíos que afronta Edwar son enormes. “La vida cotidiana de las mujeres pobres de Iraq es muy difícil. Carecen de ingresos y de seguridad social y son víctimas de abuso. A la falta de agua y electricidad se suman las de atención médica y educación”, dijo en Estocolmo.

Desde 2003 se ha construido en Iraq un sistema de crisis crónica, al tiempo que el derecho de familia se ha debilitado con el predominio de la interpretación de los líderes religiosos”, explicó.

La Asociación Al-Amal es una en un puñado de organizaciones femeninas que lucha en Iraq por equidad de género en el matrimonio y en el divorcio y que se opone a un código penal que alienta el abuso doméstico y los ‘asesinatos por honor’”, indicó en un reciente informe la agencia de noticias IPS, que también citó estadísticas de la ONU según las cuales al menos una de cada cinco mujeres de entre 15 y 49 años sufrieron violencia física a manos de sus cónyuges.

El Premio Sean MacBride de la Paz, así llamado por el gobernante irlandés que ganó el Premio Nobel en esa misma categoría en 1974 por sus acciones en pos de la paz y los derechos humanos, ha sido entregado a personalidades como la escritora y activista por el desarme Binalakshmi Nepram (India), la pedagoga estadounidense Betty Reardon y el diplomático srilankés Jayantha Dhanapala. Hanaa Edwar lo compartirá este año con el abogado alemán y activista antinuclear Peter Becker.

Más información (en ingles)

Al-Amal, en inglés

 


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