BIRMANIA

Muchas crisis sin respuestas

Burma Lawyers’ Council

Gobernada por una Junta Militar, la población birmana vive en crisis perpetuas, ya sea económicas, políticas, alimentarias o ambientales. Éstas se han combinado para crear una situación de pobreza extrema, falta de derechos básicos y condiciones sociales cada vez más deterioradas. Las organizaciones populares, que pueden constituir una parte de la sociedad civil en el futuro, tienen muy poco desarrollo y están prohibidas o perseguidas por el Gobierno. Los derechos se reservan sólo para la élite militar y sus aliados, mientras que los ciudadanos más vulnerables sufren la crisis y los desastres de manera desproporcionada.

Como resultado de 47 años de políticas desacertadas, opresión y corrupción del Consejo de Desarrollo y Paz Estatal gobernante (CDPE), las crisis mundiales actuales, que afectan a los mercados financieros, la disponibilidad de bienes básicos y el ambiente, han golpeado a los birmanos más rápida y duramente que a otros pueblos alrededor del mundo.

A fines de 2006, con un ingreso anual per cápita situado en cerca de USD 300, el costo de los bienes alimentarios básicos aumentó entre 30% y 40% – una amenaza tremenda para las personas que gastan 70% de sus ingresos en alimentos1. En agosto de 2007, el Gobierno redujo los subsidios al combustible, lo que se tradujo en aumentos del precio de la gasolina. Muchas personas ni siquiera podían ir a trabajar. Al aumentar el precio de los bienes básicos otras cuatro a cinco veces, estallaron por todo el país protestas pacíficas lideradas por los monjes budistas y los vestigios de la sociedad civil birmana. En respuesta, el Gobierno tomó medidas extremas y brutales, disparando contra muchedumbres desarmadas y saqueando monasterios por la noche. Casi 2.000 civiles se convirtieron en presos políticos2. Los participantes recibieron largas condenas de prisión.

Luego, en mayo de 2008, el Gobierno no advirtió sobre el advenimiento inminente del ciclón Nargis, que golpeó el Delta del Irrawaddy con fuerza devastadora. Aproximadamente 140.000 personas murieron, mientras que el desastre afectó directamente a por lo menos 3,4 millones. El Gobierno negó la entrada a los trabajadores de ayuda en las regiones más devastadas y cerró los campos para ciudadanos desplazados, obligándolos a volver a las zonas afectadas por la inundación sin alimentos, agua, refugio o asistencia médica3. El CDPE también embaló de nuevo los paquetes de ayuda externa para hacerlos parecer como si el Gobierno fuera el donante. Amnistía Internacional expresó preocupación de que el Gobierno estuviera usando el sufrimiento de sus ciudadanos a consecuencia del ciclón para aumentar su control y ampliar el alcance de sus programas de trabajo obligatorios entre una población carente de recursos para satisfacer sus necesidades más básicas4.

En el mismo mes, el Gobierno llevó a cabo un referéndum muy desacreditado sobre la nueva constitución, aprovechando el desplazamiento de las víctimas del ciclón. Muchas de ellas no pudieron votar el 10 de mayo (el día previsto originalmente para la votación) ni en la votación adicional que tuvo lugar el 24 de mayo bajo pretexto de tener en cuenta a los votantes desplazados. También se informa que hubo funcionarios del Gobierno que cambiaron paquetes de ayuda externa por votos y trabajo5. Las crisis mundiales actuales: financiera, ambiental y alimentaria intensificaron las privaciones que los birmanos ya sufrían. Sin embargo, ante esta situación extrema, el CDPE no ha mostrado ninguna intención de cambiar sus políticas ni su sistema de gobernanza.

La crisis financiera

Por mucho tiempo Birmania ha sufrido crisis financieras internas. La inflación de los precios de los bienes básicos, incluyendo los alimentos y el combustible, llevó a protestas generalizadas porque las personas ya no podían pagar siquiera esos bienes y porque el aumento de precios se tradujo en pérdidas de trabajo. Además, la crisis del crédito afectó indirectamente a los trabajadores por la disminución de la inversión en industrias domésticas. Prácticamente no existe el mercado de crédito para los consumidores o pequeños comerciantes. En realidad, el desarrollo de una economía de libre mercado en el país es un mito y el derecho de desarrollar industrias está reservado para la Junta gobernante, sus familias y sus aliados6.

Además, el mal uso que hace el CDPE de los fondos nacionales, con el fin de aumentar los gastos militares, sigue teniendo consecuencias graves para los más pobres y desamparados. El Gobierno fue incapaz de apoyar a sus ciudadanos después del ciclón sin una ayuda externa significativa, pero gasta casi la mitad de su presupuesto en los militares.

La crisis financiera mundial ha empeorado la realidad económica del país. Las industrias de la pesca, minería, vestimenta, alimentos y publicitaria, por ejemplo, han sufrido las consecuencias7. Los birmanos que viven en el exterior también tienen problemas económicos y no pueden enviar tanto dinero a sus familias como lo hacían antes. En los países desarrollados, la demanda por los bienes de fábricas donde trabajan los emigrantes birmanos ha disminuido, por lo que se redujo la disponibilidad de empleos para los trabajadores migrantes y, además, aumentaron los abusos de los empleadores que intentan maximizar sus márgenes de ganancia8.

La crisis ambiental

La degradación ambiental va en aumento, en tanto el CDPE pone en venta los derechos de recursos nacionales, tanto minerales como biológicos. Los países vecinos de Birmania, con la aquiescencia del Gobierno, explotan los recursos naturales del país sin prestar atención a las consecuencias ambientales y culturales. Actualmente, en el estado de Kachin, los madereros chinos extraen la madera sin considerar los impactos a corto o largo plazo, sin emplear a trabajadores birmanos y sin brindar estímulo alguno a la economía local9. Del mismo modo y por largo tiempo, el CDPE ha vendido los derechos a las ricas reservas minerales de Birmania, incluyendo oro y gemas, sin ningún tipo de supervisión de los efectos sobre el medioambiente.

Durante las dos décadas pasadas, Birmania ha tenido una de las tasas más altas de deforestación, con una pérdida de cerca del 20% de sus bosques10. Esto ocurre a pesar de las advertencias de daños ambientales generalizados cuando el desarrollo no toma en consideración la interdependencia de los ecosistemas11. Actualmente se están proyectando y construyendo varias grandes represas en los principales ríos birmanos, por parte de corporaciones y gobiernos de China, India y Tailandia que amenazan la biodiversidad del país12. Los beneficios financieros van a parar a los jefes militares, mientras la población sufre los daños.

La crisis alimentaria

La crisis alimentaria mundial ha afectado directamente a Birmania, cuya población ha sufrido durante décadas una crisis alimentaria localizada, doméstica, con una reducción dramática de la ingesta proteica13. Mientras Birmania es técnicamente un país con “superávit alimentario” porque produce más alimentos de los que consume, los inadecuados planes de distribución han dejado a la población severamente desnutrida – el 32% de los niños tiene insuficiencia ponderal14. La mayor parte de la población está en grave riesgo de sufrir escasez de alimentos cuando los desastres naturales y los incidentes ambientales son mal manejados; ejemplo de esto fueron las secuelas de ciclón Nargis. Recientemente, en el estado de Chin, una plaga de ratas puso a 100.000 personas en riesgo de inanición y, aún así, el Gobierno no proporcionó ayuda alguna15.

Crisis en la educación

La financiación para la educación, tanto como porcentaje del PIB como en cifras absolutas, ocupa el lugar más bajo a nivel mundial con un mero 1,2% del PIB16. A nivel nacional, sólo cerca de un tercio de los estudiantes que entran en la escuela primaria o secundaria completa el plan de estudios17

Crisis política

Por encima de todos los otros factores está el desmembrado sistema político. El CDPE y sus dictadores predecesores se han negado a permitir una transición verdadera a la democracia, a pesar de la decadencia aguda del país desde que los militares tomaron el poder. Los “Siete Pasos hacia la Democracia” del régimen son vistos en general como un camino de siete pasos al atrincheramiento militar permanente. Entre otros temas, la nueva constitución refuerza el control ilimitado de los militares sobre las operaciones del gobierno, no asegura una judicatura independiente y carece de protecciones significativas a los derechos humanos18. Varios grupos políticos prominentes, como la Liga Nacional para la Democracia (LND), el Nuevo Partido del Estado de Mon, el Frente Democrático Nacional de Mon y la Organización por la Independencia de Kachin, se negaron a participar en el referéndum constitucional. Varios grupos de oposición claves, liderados por la LND, planean boicotear las próximas elecciones de 2010.

Además, entre los militares se está gestando una crisis potencial entre el CDPE y el Ejército Unido del Estado de Wa (EUEW), que controla parte del estado de Shan. Aunque los grupos acordaron un alto el fuego en 1989, el EUEW rechazó la orden de desarmarse y transformarse en una milicia controlada por el Gobierno. El EUEW ha estado imprimiendo documentos oficiales como “Gobierno del Estado de Wa, Región Autónoma Especial, Unión de Myanmar”, y ha declarado que no entregará las armas ni participará en las elecciones de 2010 a menos que le concedan este estatus19.

El CDPE continúa arrestando y deteniendo a cualquiera que se atreva a criticar la política del gobierno, un claro indicador de su falta de voluntad para permitir cambios significativos en la esfera política. El año pasado, prolongaron el arresto domiciliario de Daw Aung Suu San Kyi, Premio Nóbel y líder democráticamente elegida. El popular cómico y comentarista social Zaganar fue condenado a 45 años de prisión por criticar la respuesta del Gobierno frente al ciclón Nargis. Actualmente, hay aproximadamente 2.100 presos políticos20.

La sociedad civil bajo sospecha

En tiempos de crisis, las organizaciones de la sociedad civil son cruciales para brindar ayuda y una voz alternativa que contribuya a solucionar los problemas nacionales más apremiantes. En Birmania, sin embargo, dichas organizaciones tienen muy poco desarrollo, y están prohibidas o perseguidas por el CDPE. Los grupos prominentes que tienen permiso para existir simplemente sirven de apoyo a los militares. Por ejemplo, la Cuadrilla Auxiliar de Bomberos sirve principalmente como una fuerza antidisturbios. Asimismo, los grupos de mujeres con el visto bueno del Gobierno promueven la política gubernamental en vez de cabildear para cambiarla. Aunque existen algunas organizaciones comunitarias, deben recibir permiso del Gobierno para emprender cualquier actividad21. Además, si se encuentra que algún integrante de las organizaciones hizo algo “ilegal”, que a menudo significa simplemente oponerse al Gobierno, es castigado22.

Conclusión

Bajo la Junta Militar, la población birmana vive en crisis perpetuas, ya sea económicas, políticas o ambientales. En años recientes, estas crisis se han alimentado recíprocamente, perpetuando así un pernicioso status quo. En respuesta, el Gobierno aumenta sus medidas enérgicas y arresta a las personas y se niega a brindar algún tipo de red de protección a sus ciudadanos. Esto ha creado un país con derechos reservados sólo para la élite militar y sus aliados, mientras los ciudadanos más vulnerables se ven afectados desproporcionadamente por la crisis y los desastres.

1 Head, J. “The Hardship that Sparked Burma’s Unrest”. BBC News, 2 de octubre de 2007. Disponible en: <news.bbc.co.uk/1/hi/world/asia-pacific/7023548.stm>.

2 Head, J. “Burma Leaders Double Fuel Prices”. BBC News, 15 de agosto de 2007. Disponible en: <news.bbc.co.uk/2/hi/asia-pacific/6947251.stm>. Y también: Assistance Association for Political Prisoners. Crackdown in Burma Continues, 31 de enero de 2008. Disponible en: <www.aappb.org/release100.html>.

3 Tun, A. H.  “Myanmar Cyclone Toll Rises to 138,000 Dead, Missing”. Reuters, 24 de junio de 2008. Disponible en: <uk.reuters.com/article/featuredCrisis/idUKBKK15852620080624?>.

4 Amistía Internacional. “Myanmar Briefing: Human Right Concerns a Month after Cyclone Nargis”. 2 de junio de 2008. Disponible en: <www.amnesty.org/en/library/asset/ASA16/013/2008/en/85931049-32e5-11dd-863f-e9cd398f74da/asa160132008eng.pdf>.

5 Yeni y Min Lwin. “Massive Cheating Reported from Polling Stations”. The Irrawaddy, 10 de mayo de 2008. Disponible en: <www.irrawaddy.org/article.php?art_id=11923>.

6 Pepper. D. “In Burma, Business Ventures Start with Military”. SFGate, 13 de noviembre de 2008. Disponible en: <www.sfgate.com/cgi-bin/article.cgi?f=/c/a/2008/11/12/MNNU12SBS8.DTL>.

7 Ver, por ejemplo, Mizzima, “Burmese Fishery Export Hit Hard”, 27 de noviembre de 2008; “China Slowdown Hits Burmese Mining”, 28 de enero de 2009; “Ad Industry in Burma in Doldrums”, 14 de febrero de 2009; “Rangoon Factories Begin Cutting Jobs”, 5 de febrero de 2009. Disponible en: <www.mizzima.com/news/global-financial-crisis-a-burma.html>.

8 Entrevistas a trabajadores fabriles en Mae Sot, Tailandia, realizadas por personal del Burma Lawyers’ Council en junio de 2008.

9 Kachin News Group. “China Resumes Importing Timber from Northern Burma”. Kachin News, 17 de diciembre de 2008. Disponible en: <www.kachinnews.com/index.php?option=com_content&view=article&id=678:china-resumes-importing-timber-from-northern-burma&catid=1:latest-news&Itemid=50>.

10 Mongobay.com (s/f). “Myanmar: Environmental Profile”. Disponible en: <rainforests.mongabay.com/20myanmar.htm>.

11 Curtis, G. “Christian Aid Warns of Burma Environmental Damage”. Christian Today, 15 de mayo de 2007. Disponible en: <www.christiantoday.com/article/christian.aid.warns.of.burma.environmental.damage/107>.

12 Pichai, U. “Environmentalists Demand Halt to USD 35 billion Burma Dams”. Mizzima, 16 de marzo de 2009. Disponible en: <www.mizzima.com/news/inside-burma/1844-environmentalists-demand-halt-to-us-35-billion-burma-dams.html>.

13 Suu Kyi, A.S. “Breakfast Blues”. En Letters from Burma. 1998, pp. 27-30.

14  WFP  (s/f). “Myanmar”. World Food Programme (WFP). Disponible en: <www.wfp.org/countries/Myanmar>.

15  Carroll, B. “Rampaging Rats Bring Starvation to Burma”. BBC News, 26 de septiembre de 2008. Disponible en: <news.bbc.co.uk/2/hi/asia-pacific/7633986.stm>.

16 CIA (2009). World Factbook, Burma. Disponible en: <www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/bm.html>.

17 Asian Tribune “Child Education in Burma”. Asian Tribune,3 de septiembre de 2003. Disponible en: <www.asiantribune.com/oldsite/show_article.php?id=850>.  

18 Ver: Htoo, A.U. “Analysis of the SPDC’s Constitution from the Perspective of Human Rights”. Legal Issues on Burma Journal, Nº 30, 2008; y otras dos publicaciones del Burma Lawyers’ Council. “2010 Elections: No Hope for Human Rights”. Legal Issues on Burma Journal, Nº 30, 2008, y “Statement on the Failure of the 2008 SPDC Constitution to Protect Judicial Independence”. 4 de diciembre de 2008.

19 Weng. L. “UWSP Proposes Autonomous Wa Region”. The Irrawaddy, 5 de enero de 2009. Disponible en: <www.irrawaddy.org/highlight.php?art_id=14874>.

20 France 24. “Online Mobilization for Political Prisoners in Burma”. Disponible en: <www.france24.com/en/20090319-web-mobilisation-political-prisoners-burma-egypt-activist-rio-wireless-brazil>.

21 Ni Aung, M.A. “Creating Space in Myanmar/Burma”. En Zarni (ed.) Active Citizens Under Political Wraps: Experiences from Myanmar/Burma and Vietnam. Chaing Mai: Heinrich Boll Foundation. 2006.

22 Lorch, J. “Civil Society Actors and Their Room for Maneuver in Myanmar/Burma”. En Zarni (2006), ibid.