Observatorio del Derecho a la Alimentación: Democracia contra el hambre

Presentación del Observatorio
a, a cargo de Flavio Valente
(FIAN), Peter Prove (EAA),
Huguette Akplogan-Dossa
(ANoRF), Abdessalam Ould
Ahmed (FAO) y Lalji Desai
(WAMIP).
(Foto: FIAN International)

El quinto Observatorio del Derecho a la Alimentación y a la Nutrición deja en evidencia el papel de la democracia en la lucha contra el hambre. En la presentación de este informe anual, el 25 de septiembre en Ginebra, representantes de las organizaciones de la sociedad civil que lo produjeron sostuvieron que es imposible atacar las causas de la desnutrición si se mantienen intactas las relaciones de poder existentes.

“Existe una relación intrínseca entre la alimentación y el poder. En la práctica es imposible encontrar una persona que no tenga suficiente alimento para subsistir entre los poderosos de las esferas sociales y políticas mundiales”, dijo Huguette Akplogan-Dossa, coordinadora regional de la Red Africana por el Derecho a la Alimentación (RAPDA). “La tendencia es que la exclusión de la toma de decisiones económicas y políticas corresponde directamente con la incidencia del hambre y la malnutrición.”

El Observatorio del Derecho a la Alimentación y a la Nutrición 2012 ofrece una multitud de ejemplos sobre violaciones graves del derecho a la alimentación y a la nutrición provocadas por el actual sistema alimentario.

Titulado en esta ocasión “¿Quién decide sobre la alimentación y la nutrición a nivel mundial? Estrategias para recuperar el control”, el informe presenta casos de desalojos forzosos y acaparamiento de tierras a manos de empresas o miembros corruptos de gobiernos, tanto en el artículo sobre México como en el que aborda la Primavera árabe, y casos de los programas de asistencia alimentaria inadecuados o de inversiones especulativas en agrocombustibles, descriptos en artículos sobre Bangladesh, Paraguay y Filipinas.

“Las personas que protestan porque se les ha privado de sus tierras y no pueden alimentar a sus familias con su trabajo son, en muchas ocasiones, arrestadas y tratadas con violencia. Esto es inaceptable”, dijo Gerald Staberock, secretario general de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT).

“Ya no podemos seguir aceptando el hambre crónica o insurrecciones por hambre como meras consecuencias de desastres naturales o fallos anónimos de los mercados”, añadió Lalji Desai, secretario general de la Alianza Mundial de los Pueblos Indígenas Móviles y los Pastores Nómadas (WAMIP). “Las condiciones de vida terribles que sufren cientos de millones de personas son el verdadero resultado de la pérdida de control de los pueblos sobre la alimentación y la nutrición. Por eso luchando por el derecho a la libre determinación y por la soberanía alimentaria.”

El Observatorio del Derecho a la Alimentación y a la Nutrición 2012 investiga quiénes están a cargo de decidir y diseñar las políticas en la materia y los identifica.

“Muchas veces, empresas activas en el agronegocio y la nutrición utilizan su peso e influencia para aumentar sus márgenes de beneficio y manipular las reglas a su conveniencia, sin tomar en cuenta los intereses de las personas que son productores de alimentos de pequeña escala y que luchan por la supervivencia de sus comunidades, ignorando de esta manera los requisitos morales y legales que implica el derecho a la alimentación”, dijo Peter Prove, director ejecutivo de la Alianza Ecuménica de Acción Mundial (EAA).

En respuesta, los movimientos sociales y otras organizaciones de la sociedad civil han desarrollado estrategias para recuperar el control de los pueblos sobre los alimentos y la nutrición.

“Con la reforma del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA ) se ha establecido un modelo innovador de gobernanza incluyente, el cual ha abierto brechas para aquellos grupos de la sociedad civil que habían sido tradicionalmente excluidos de los procesos de toma de decisiones en todo nivel”, dijo Flavio Valente, Secretario General de FIAN Internacional. “Llegó el momento de ocupar el espacio político y luchar por la primacía de los derechos humanos.”

El estudio anual es publicado desde 2008 por Brot für die Welt (Pan para el Mundo), FIAN Internacional y la Organización Intereclesiástica para la Cooperación al Desarrollo (ICCO) ,en colaboración con la Alianza Ecuménica de Acción Mundial (EAA), la Alianza Estadounidense por la Soberanía Alimentaria (USFSA), el Centro Internazionale Crocevia, la Coalición Internacional del Hábitat (HIC), el Consejo Internacional de Tratados Indios (CITI), DanChurchAid (DCA), el Movimiento para la Salud de los Pueblos (MSP), el Observatorio DESC, la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo (PIDHDD), la Red Africana por el Derecho a la Alimentación (RAPDA), y la World Alliance for Breastfeeding Action (WABA).

 

Quién está al mando

El Observatorio del Derecho a la Alimentación y a la Nutrición 2012 se centra en exponer quién está verdaderamente al mando del proceso de toma de decisiones y del diseño de políticas en materia de alimentación y nutrición a nivel global. El estudio analiza las cadenas de poder para poder desvelar cuáles son las causas estructurales que existen detrás de los millones de casos de hambre y malnutrición que en la actualidad afectan una gran parte de la población mundial.

En su primera parte, el informe presenta una serie de artículos que analizan distintos instrumentos internacionales adoptados recientemente, en gran parte debido a la perseverancia de la sociedad civil. Estos instrumentos suponen un paso muy importante para que todas las comunidades tengan representación y puedan formar parte de la elaboración de políticas; también ofrecen más protección frente a posibles violaciones de derechos humanos al establecer que las obligaciones de un Estado no están limitadas a sus territorios.

En esta sección hay también artículos que describen la grave brecha existente entre aquellos que deciden sobre el funcionamiento de los mercados, tales como especuladores y corporaciones, y los efectos que tienen sus decisiones sobre los medios de subsistencia del campesinado y los pueblos indígenas.

La segunda parte del Observatorio contiene estudios sobre siete países de todos los continentes. Hay ejemplos de Estados con marcos jurídicos ineficientes y casos en que, debido a distintas circunstancias sociales, los derechos de las poblaciones sufren constantes abusos. Además, hay un análisis detallado de los derechos y el estado actual de las poblaciones indígenas, así como también del impacto negativo de destinar tierras a la producción de agrocombustibles.

En su quinta edición, el Observatorio llega a seis grandes conclusiones:

1. El hambre de las personas es precedida por su pérdida de control sobre la alimentación y nutrición. Ya no se puede seguir aceptando las emergencias alimentarias, los conflictos, insurrecciones o incluso el hambre crónica como meras consecuencias de desastres naturales o fallos anónimos de los mercados. Los autores son conscientes de que estos fenómenos, que dan lugar a condiciones de vida terribles para cientos de millones de personas, son en realidad el resultado de la pérdida de control de los pueblos sobre su alimentación y nutrición, y están vinculados a la lucha por el derecho a la libre determinación y soberanía alimentaria.

2. Es posible adoptar un modelo de gobernanza participativa en el ámbito de la seguridad alimentaria y la nutrición. Con la reforma del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CFS) en 2009 se ha establecido un innovador modelo de gobernanza inclusiva, el cual ha sido especialmente transformador para aquellos grupos de la sociedad civil que habían sido tradicionalmente excluidos de los procesos de toma de decisiones en todo nivel: el campesinado, agricultores y agricultoras a pequeña escala, trabajadores y trabajadoras agrícolas y de la alimentación, comunidades pesqueras artesanales, pastores y pastoras, personas sin tierra, pueblos indígenas, las personas pobres de zonas urbanas y, en cada uno de estos grupos, las mujeres y los jóvenes.

3. Se puede observar una tendencia hacia una mayor influencia, no reglamentada, de los actores empresariales y financieros sobre las cadenas mundiales de alimentación y nutrición. Tal situación está intrínsecamente vinculada a la especulación financiera y a la codicia sobre los recursos naturales. Si bien la volatilidad de precios de los alimentos es causada por la especulación en los mercados financieros, su efecto en los mercados reales depende del nivel de influencia de la agroindustria sobre las cadenas de valor y redes de producción mundiales. Las empresas agroindustriales y de nutrición utilizan eficazmente el espacio no regulado para sus fines lucrativos, o ejercen exitosamente su poder de influencia para ajustar las normas a sus propios intereses y conveniencia.

4. Hay una preocupante tendencia que va en aumento: las lecciones aprendidas acerca de los determinantes sociales de la nutrición son cada vez más marginadas por asociaciones público-privadas mundiales generosamente financiadas, que se centran en desarrollar estrategias de intervención directa a corto plazo. Aunque es bien sabido que los determinantes sociales de la nutrición se corresponden con las condiciones en las que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluyendo circunstancias relativas a la desigualdad de la riqueza y el poder, el enfoque holístico es sustituido con cada vez mayor frecuencia por estrategias impulsadas por empresas que se basan en intervenciones directas de carácter médico, especialmente en el campo de la salud y la nutrición de madres, lactantes y niños de corta edad.

5. En los últimos años, nuevas e importantes estrategias basadas en los derechos humanos para recuperar el control han sido desarrolladas, con repercusiones de largo plazo para la alimentación y la nutrición. La larga lucha por los derechos de los pueblos indígenas y el sustancial progreso alcanzado por el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU constituyen un ejemplo de tal situación, como también lo hacen las nuevas Directrices sobre la Gobernanza Responsable de la Tenencia de la Tierra, la Pesca y los Bosques, y los Principios de Maastricht sobre las Obligaciones Extraterritoriales de los Estados en el Área de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

6. El próximo desafío es lograr ocupar un espacio político y luchar por la primacía de los derechos humanos. Es difícil imaginar un cambio en las políticas contra el hambre y la malnutrición sin antes transformar fundamentalmente la manera en que se incluye a los grupos sociales más afectados en los procesos de toma de decisiones. Ésta es esencialmente una lucha por los derechos humanos, la cual se centra en la promoción y protección del derecho a una alimentación adecuada en el contexto de la indivisibilidad de los derechos humanos.

Más información
Observatorio del Derecho a la Alimentación y a la Nutrición 2012: http://bit.ly/SRdQU8

Fuentes
Observatorio del Derecho a la Alimentación y a la Nutrición: http://bit.ly/UJoNZg
Resumen Ejecutivo: http://bit.ly/RQ5NEG


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