Measuring Inequity: The 2012 Gender Inequity Index
El Índice de Equidad de Género (IEG) mide la brecha entre hombres y mujeres en educación, actividad económica y empoderamiento político.
Social Watch calcula un valor de la brecha de género para cada una de las tres áreas, en una escala del 0 (cuando, por ejemplo, ninguna mujer recibe educación pero todos los hombres la reciben) al 100 (igualdad perfecta). A su vez, el IEG es el promedio simple de las tres dimensiones. En materia de educación, el IEG observa en la brecha de género en la matrícula a todos los niveles de la enseñanza y en la alfabetización; la participación económica calcula las brechas en los ingresos y el empleo; y el empoderamiento mide las brechas en los empleos altamente calificados, los cargos parlamentarios y las cúpulas económicas.
La medición de la brecha
El IEG mide la brecha entre mujeres y hombres, no su bienestar. Así es que un país en el que los jóvenes de ambos sexos tuvieran igualdad de acceso a la universidad tendría el valor 100 en este indicador. De la misma manera, un país en el que niñas y varones estuvieran igualmente impedidos de completar la enseñanza primaria, también tendría un 100. Esto no significa que la calidad de la enseñanza sea la misma en ambos casos. Simplemente establece que en ambos casos las niñas no reciben menos educación que los varones.
LOS GRANDES ESCALONES QUE FALTAN
|
En todo el mundo, la brecha de género es menor en educación que en los dos otros dos componentes. Mientras el valor mundial para la educación es 71 (o BAJO, según las categorías del índice); para la participación económica es 42 (MUY BAJO); y la participación de la mujer en la toma de decisiones es 17 (CRÍTICO).
La participación de la mujer en la fuerza laboral es apreciablemente menor que la de los hombres. Tienen sueldos considerablemente menores por el mismo tipo de trabajo, y un porcentaje mayor de las mujeres trabaja en empleos vulnerables o irregulares. Pero lo más importante es que las mujeres no tienen en ningún país las mismas oportunidades que los hombres para participar en el proceso de toma de decisiones económicas y políticas. Las mujeres siguen en el segundo plano aunque hayan dado grandes pasos en materia de educación y participación económica.
Hasta en los países donde la situación relativa de la mujer es mejor, sigue habiendo una importante brecha de género en materia de empoderamiento.