Año Internacional de la Juventud concluye sin gloria

Reunión sobre juventud en la
ONU. (Foto: ONU)

Fuentes: UN News CentreArtículo de IPSComunicado del PNUD.

El empoderamiento de los y las jóvenes se ha convertido en una constante de los discursos de muchos altos funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a medida que se acerca el fin del Año Internacional de la Juventud. Todos ellos coinciden en que aún resta mucho en el camino hacia la inclusión plena de esta franja de la población mundial en los procesos de desarrollo y democratización. 

“La comunidad internacional debe trabajar para ampliar los horizontes de oportunidad de los y las jóvenes y dar respuestas a su legítimo reclamo de dignidad y de trabajo decente”, en tiempos en que “las crisis económicas globales y las medidas de austeridad tomadas por muchos países reducen esas oportunidades”, dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en la Reunión de Alto Nivel sobre la Juventud realizada la semana pasada en la sede neoyorquina del foro mundial.

“Procuramos promover una cultura del diálogo y del entendimiento recíproco entre los jóvenes y con los jóvenes como participantes clave del mundo actual”, dijo el presidente de la Asamblea General de la ONU, Joseph Deiss, al inaugurar la reunión. “Los acontecimientos de los últimos meses, en especial los del mundo árabe, nos demostraron hasta qué punto los jóvenes son actores cruciales en el cambio de nuestras sociedades.”

La conferencia fue una entre muchas instancias oficiales del Año Internacional de la Juventud, que concluirá el día 12 de este mes. En la reunión se aprobó una declaración que enfatiza en “la erradicación de la pobreza, la promoción del crecimiento económico sostenido, el desarrollo sustentable y el empleo pleno, productivo y decente para todos”.

Los jefes de diversas agencias de la ONU aprovecharon la oportunidad para firmar una declaración conjunta “promoviendo y apoyando los esfuerzos nacionales para acelerar la implementación de acuerdos internacionales y metas de desarrollo vinculados con los y las adolescentes y jóvenes”.

El empoderamiento de los y las jóvenes juega un papel crucial en la búsqueda de un desarrollo inclusivo, dijo la administradora asociada del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Rebeca Grynspan, el viernes 29 de julio, en el Congreso Mundial de la Sociedad para el Desarrollo Internacional que concluyó el domingo en Washington.

“Han surgido nuevos caminos hacia el desarrollo con el ascenso de países de ingresos medios y bajos, pero también hemos visto” en ellos “crecimiento sin inclusión”, indicó Grynspan, según un informe de la agencia de noticias IPS.

De 2008 a 2009, mientras recrudecía la crisis económica, el desempleo juvenil creció de 11,9 a 13 por ciento, el mayor ascenso del índice desde que la Organización Mundial del Trabajo (OIT) lleva ese registro. Unos 81 millones de jóvenes buscaban empleo en todo el mundo a fines de 2009. 

Al responder la pregunta de un participante de la conferencia sobre el vínculo entre democracia y crecimiento equitativo, Grynspan puso como ejemplo el caso de América Latina: uno de cada cuatro jóvenes de esta región, cuyas economías figuraron entre las de mayor expansión en los últimos años, no trabaja ni estudia.

“Si eso no es exclusión, no sé qué es”, agregó. “Necesitamos empezar a pensar en un crecimiento sin excluidos.”

El director ejecutivo del Fondo de las Naciones Unidas para la Población, Babatunde Osotimehin, también mencionó en el congreso en Washington la inclusión de los jóvenes, en especial de las mujeres, como factor crucial para el desarrollo y la democratización.

“El 31 de octubre, nuestro planeta tendrá 7.000 millones de habitantes […], de los cuales 1.800 millones serán jóvenes, 90 por ciento de ellos en el mundo en desarrollo. La mitad de esos jóvenes serán mujeres, y la mitad entre ellas vivirán en condiciones de vulnerabilidad, sin acceso a servicios de educación ni de salud.” 

Los desafíos son enormes, según el Programa de la ONU para la Juventud: en la mayoría de los países pobres, menos de la mitad de las niñas concluyen el ciclo básico de educación primaria. Una de cada siete niñas del mundo en desarrollo se casa antes de los 15 años de edad, y 38 por ciento antes de los 18.

“A pesar de su potencial, las niñas y adolescentes más marginalizadas, vulnerables y difíciles de asistir son, con frecuencia, invisibles. No son la prioridad de muchos programas” de desarrollo destinados a esta franja de edades, “la mayoría de los cuales tienden a beneficiar a jóvenes varones mayores, educados y residentes en áreas urbanas. La inversión en las niñas y en las mujeres jóvenes no es sólo un imperativo de derechos humanos, sino también una de las más acertadas que cualquier país puede decidir”, indicó el Programa.

Más información

Año Internacional de la Juventud.

Declaración conjunta de las agencias de la ONU sobre Desarrollo de la Juventud.