Lanzamiento del Informe Social Watch en Ghana

Accra, 16 de sep., GNA – La Estrategia de Reducción de la Pobreza de Ghana (GPRS), el marco económico del país, no tuvo el éxito previsto en la reducción de la pobreza desde que fuera adoptada hace aproximadamente tres años. Tampoco se prestó la atención suficiente a la situación de la mujer en la política ni a su participación en la actividad económica, señaló la Coalición Social Watch de Ghana, en un informe presentado en Accra el viernes. El informe está contenido en el Informe Mundial 2005 de Social Watch sobre el tema “Rugidos y murmullos. Género y pobreza: más promesas que acciones”.

La publicación consta de informes de organizaciones de la sociedad civil de 51 países sobre la situación socioeconómica en sus respectivos países. La principal conclusión del informe es que debido a la lentitud en el avance del desarrollo económico la mayoría de los países no podrán cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para 2015.

El informe también abordó precisamente la brecha que existe entre las promesas y la acción de los gobiernos a la hora de tratar los temas del género y la pobreza. La Coalición Social Watch de Ghana, que reúne a distintas organizaciones activistas, señaló en el informe que la GPRS no difiere de pasadas políticas estatales y que sigue sobrellevando la carga de las condiciones impuestas por los donantes.

La  Coalición, que incluye a la Red del Tercer Mundo, Abantu for Development y Ghana Association of the Blind, solicita por tanto al gobierno que incorpore la perspectiva de género en la GPRS y en todas las políticas instrumentadas para combatir la pobreza.

Pauline Vande-Pallen, de la Unidad de Género de la Red del Tercer Mundo-África y quien presentara el informe de Ghana, señaló que a pesar de las reformas económicas a lo largo de los años las mujeres siguen padeciendo la marginación en todos los ámbitos de la vida económica, incluida la enseñanza y el empleo.

Vande-Pallen dijo que los obstáculos económicos y educativos que padecen las mujeres también limitan su acceso a la salud sexual y reproductiva. Vande-Pallen criticó la mediocridad del análisis que hace la GPRS de los aspectos relacionados con la pobreza y manifestó su inquietud acerca de la insuficiencia del proceso de consultas en la elaboración de la estrategia. “Las mujeres del sector informal de la economía están en desventaja porque tienen empleos precarios y la mayoría solo accedió a un nivel básico de enseñanza”, destacó.

Las estadísticas indican que 81 por ciento de las mujeres carecen de educación formal en comparación con 63 por ciento de los hombres. Esto significa que las mujeres están en desventaja cuando buscan trabajo y que la desigualdad de género es claramente evidente en la educación.

ElDr. Yao Graham, Coordinador de TWN, señaló en un resumen de los diversos informes que la presentación formaba parte de un proceso multinacional para coincidir con la sesión de las Naciones Unidas en Nueva York, que analizará el avance alcanzado en la realización de los ODM. La presentación también conmemora el 10º aniversario del Informe de Social Watch.