MOLDOVA

Hay crisis, después de todo

Partnership for Development Center
Diana Mocanu

Moldova está viviendo tiempos turbulentos. Antes de las elecciones de abril, el gobernante Partido Comunista minimizó los efectos de la crisis financiera, aunque los expertos habían declarado que los países para los cuales las remesas constituyen un tercio del PIB, como Moldova, serían los más vulnerables. Una vez concluidas las elecciones, sin embargo, el Gobierno comenzó a referirse a la crisis como una “catástrofe”. Aun así, las medidas que promueve en respuesta no dan en el clavo.

Actualmente, Moldova está viviendo tiempos políticos tempestuosos. En abril de 2009, cuando el gobernante Partido Comunista de la República de Moldova (PCRM) ganó las elecciones parlamentarias, miles de manifestantes tomaron las calles alegando fraude, se enfrentaron con la policía y saquearon el Parlamento. El Gobierno afirmó que la disputa de los resultados electorales era un intento de golpe encubierto, organizado con la participación de Rumania. Más tarde, después de las elecciones presidenciales de junio, el presidente y líder del PCRM, Vladimir Voronin, públicamente “terminó la asociación política” con la oposición.

Una nueva realidad política

El hecho de que la crisis política se superpusiera con la crisis económica y financiera aumentó la brecha entre el Gobierno y la oposición, en tanto ambos negaron cualquier responsabilidad y se culparon mutuamente. Nuevas elecciones parlamentarias del 29 de julio dieron como resultado un parlamento en el cual ningún partido tiene mayoría, mucho menos los 61 escaños necesarios para elegir a un nuevo presidente. Los cuatro principales grupos opositores combinados obtuvieron 53 escaños. Esto no alcanza para elegir a un nuevo presidente de su preferencia, aunque los líderes anunciaron su voluntad de forjar una alianza para desplazar a los comunistas.

El acuerdo de Transnistria también vuelve a estar sobre el tapete. Esto se debe a la estrategia preelectoral del presidente Voronin, quien firmó la Declaración de Barvikha, considerada por la oposición como una capitulación frente a los intereses rusos1. Como resultado de la declaración, la presencia militar rusa podría terminar por ser legalizada, el país podría volverse una confederación o Moldova podría perder Transnistria. La oposición teme que quede poco de soberanía, independencia e integridad territorial en Moldova y siente que tiene el derecho de discrepar con el precio que el líder del PCRM pagó por el apoyo de Rusia – con el objetivo de eliminar de la carrera electoral a otros contendientes que intentaban atraer al electorado de habla rusa.

Al mismo tiempo, la posición internacional de Moldova se ha deteriorado y su solicitud de afiliación a la Unión Europea peligra. Se apeló muy fuertemente a la retórica para definir a las elecciones de abril como una “prueba” para la democracia moldava, así como para garantizar el progreso hacia la integración en la UE (más de la mitad del comercio de Moldova es con la UE, grandes cantidades de moldavos trabajan en la UE y más del 70% de la población está de acuerdo con la integración europea). Sin embargo, el resultado preliminar de la “prueba” ha sido el abuso de los recursos administrativos, el acoso constante de la oposición – que conduce a protestas y revueltas – y la violación flagrante de los derechos humanos por parte de los organismos encargados de hacer cumplir la ley.

La sociedad moldava está profundamente dividida y radicalizada, no solo debido a la forma en que se llevó a cabo la campaña electoral, sino más bien al comportamiento de las fuerzas de seguridad en el período postelectoral. Sólo será posible recobrar la estabilidad política si hay una investigación exhaustiva de los acontecimientos de abril.

Crisis y oportunidades

Aunque antes de las elecciones de abril de 2009 el Gobierno negó vehementemente que la crisis afectaría al país e intentó mantener artificialmente la situación económica, el Banco Mundial no fue tan optimista e incluyó a Moldova entre los países en desarrollo con nivel más alto de vulnerabilidad2. Después de las elecciones, sin embargo, el presidente Voronin declaró, en una reunión con empresarios, miembros del Gobierno interino, parlamentarios y políticos, que “la crisis es un fuego, una catástrofe”. Los funcionarios gubernamentales explicaron que se minimizó la importancia de la crisis, antes de las elecciones, con la intención de “no crear pánico”.

De hecho, a pesar de que en 2008 el crecimiento económico fue impresionante (7,2%), la segunda ronda de efectos de la crisis financiera mundial golpeó al país severamente. Las consecuencias iniciales ya eran visibles en el último trimestre de 2008 y recibieron confirmación por los indicadores estadísticos del primer trimestre de 20093. Según la primera ministro Zinaida Greceanii, los efectos se deben sobre todo al declive de las exportaciones e importaciones, la reducción de la producción y a la disminución de las remesas. En esta situación, sólo una política pensada para asegurar y conservar la estabilidad económica permitirá que Moldova pueda hacer frente a la crisis.

La primera ministro Greceanii subrayó que las inversiones en infraestructura deben venir tanto de recursos presupuestarios como del exterior. A tal efecto, citó un proyecto de inversión checo que se implementará en el norte del país, que aporta EUR 600 millones para la construcción de una central eléctrica. Según la primera ministro, la reforma de liberalización económica (legalización del capital, amnistía fiscal, el impuesto por los ingresos reinvertidos, así como las estrictas políticas bancarias que se han promovido últimamente) ayudará también a asegurar la estabilidad macroeconómica de Moldova y a disminuir el efecto de la crisis.

El ministro de Hacienda ha dicho que el sistema financiero moldavo es muy sólido y que durante el año pasado la capitalización de los bancos aumentó 26,8%, los activos en 22,3% y los portafolios de créditos en 19,4%. Por consiguiente, la liquidez actual del sistema bancario es de aproximadamente 30%, considerablemente más que las exigencias de la limitación de riesgos (de al menos 20%).4

Sin embargo, la Asociación para la Democracia Participativa anunció que, debido a la crisis económica, muchos bancos nacionales han dejado de conceder créditos individuales para consumo personal e hipotecas e inclusive a compañías, ya que éstas, particularmente en el sector de la construcción, no pueden devolver los préstamos. Por otra parte, debido a la posible depreciación de la moneda nacional, el leu, frente a las principales divisas de referencia, los ciudadanos no se han atropellado para solicitar créditos.

La mayor parte de la liquidez de los bancos se debe a las remesas de los moldavos que trabajan en el exterior. Podría ser que, al disminuir las transferencias, los bancos tengan menos dinero en sus portafolios. Los datos del Banco Nacional de Moldova muestran que, en abril de 2009, las reservas monetarias constituyeron USD 1.086 millones, habiendo disminuido en casi USD 586 millones (35%) comparadas con diciembre de 2008. Esta reducción se debió a intervenciones en el mercado monetario bajo la forma de ventas y a pagos hechos a cuenta de la deuda externa del país, entre otros pagos externos, así como la reducción del tipo de cambio de divisas componentes de las reservas monetarias con relación al dólar estadounidense. El Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, predice que si las remesas y las exportaciones siguen disminuyendo, las reservas monetarias del país podrían caer USD 1.300 millones, lo que en la práctica significa que el país se quedaría sin reservas monetarias.

Por otra parte, según la Academia de Ciencias de Moldova (ACM), la crisis mundial podría tener efectos positivos para el país5. Aunque las remesas y las importaciones se reduzcan, esto “estimulará la verdadera economía a fin de llenar el vacío de productos en el mercado interno”. También se considera que la depreciación del leu tiene algunos efectos positivos, como por ejemplo el aumento de las exportaciones. La necesidad de ser competitivos, afirma el informe de la ACM, podría conducir a una mejora en la calidad de los bienes para equipararse con los estándares europeos6.

Un país dependiente de las remesas

En la opinión de los economistas del Banco Mundial, los países para los cuales las remesas de dinero constituyen un tercio del PIB son los más vulnerables a la crisis económica. Entre estos países están Moldova y Tayikistán – en los cuales las remesas de dinero constituyen 35% y 45% del PIB, respectivamente – y también Armenia y Kirguistán. En 2008, los emigrantes moldavos enviaron USD 1.660 millones sólo por canales oficiales – sobre todo desde Italia y Rusia. Una investigación reciente de la Organización Internacional para las Migraciones confirmó que más de 35% de la población moldava vive en hogares que reciben remesas7.

Una encuesta realizada en Moldova por CBS-AXA reveló que el 20% de los beneficiarios de remesas en 2008 no recibe ahora dinero del extranjero y el 45% informó que recibe menos o mucho menos que el año anterior8. Sin embargo, al contrario de muchas suposiciones y preocupaciones, no hay pruebas de una vuelta masiva de migrantes debido a la crisis económica, aunque el número de los que volvieron temporalmente en 2008 se duplicó (de 4,9% a 9,1%) y el 8% de ellos declaró que volvían para quedarse. Especialmente interesante es que la razón principal mencionada para el regreso fue la familia, mientras que la pérdida del trabajo y la falta de oportunidades económicas interesantes eran sólo motivaciones secundarias.

La respuesta del Gobierno

La prioridad del Gobierno es el pago de los salarios, pensiones, becas y subsidios sociales9. Para asegurar la estabilidad económica de Moldova y atraer nuevas inversiones extranjeras se lanzarán e implementarán nuevos programas pensados para apoyar la creación de nuevas empresas y proyectos de infraestructura. Entre las medidas incluidas en el plan contra la crisis (o anti-catástrofe) anunciado por el presidente Voronin se encuentran: mantener la  “cuota cero” de impuesto a la renta corporativa durante los próximos cuatro años, con el objetivo de sostener a los agentes económicos en el contexto de la crisis mundial; introducir una tasa fija para los ingresos de las personas físicas (por ejemplo, 15%) y aumentar el monto de los ingresos no imponibles; reducir la contribución al presupuesto social en 5%; aumentar el IVA de 20% a 22% para garantizar el Fondo Social y reducir los gastos presupuestarios a un mínimo de 20%.

El plan contra la crisis abarca aproximadamente 40 modificaciones a documentos legislativos. El Parlamento examinará el plan después de que se apruebe la nueva composición del Gobierno. Según el viceprimer ministro interino, ninguna de estas medidas dará ingresos adicionales al presupuesto; en cambio, indicarán a los empleadores que hagan públicos los salarios reales.

Defectos del plan del Gobierno

Ión Sturza, quien fuera primer ministro en 1999, ha declarado que las reformas fiscales no son relevantes para la economía moldava y da la impresión de que los nuevos privilegios se ofrecen a cambio de apoyo. En su opinión, las propuestas confirman el hecho de que las reformas anteriores no fueron eficientes ni produjeron los resultados esperados.

Por otra parte, los economistas dicen que la reducción de 5% de la contribución social llega demasiado tarde porque amenaza con la descapitalización de los fondos sociales y pone en riesgo la capacidad del Gobierno de pagar las pensiones. Además, el aumento del IVA de 20% a 22% dificultará el consumo futuro y reducirá las exportaciones. Ya que la economía nacional está basada en el consumo, habría sido mejor bajar el IVA. Si estas medidas son todo el “paquete contra la crisis”, entonces el Gobierno sólo está procurando acumular nuevos medios financieros en el presupuesto.

1 El 18 de marzo, el presidente Vladímir Voronin, el presidente ruso Dmitry Medvedev y el “presidente” instalado por Rusia en Transnistria, Igor Smirnov, firmaron una declaración conjunta redactada en ruso que declara: “tomando nota del papel estabilizador de la operación de paz existente, las partes consideran que sería recomendable transformarla en una operación de mantenimiento de la paz bajo el patrocinio de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa para [alcanzar] el resultado de un acuerdo sobre Transnistria”.

2 Organización Mundial del Comercio (2009). “The World Bank has Included Moldova among the Developing Countries with the Highest Level of Vulnerability to the World Crisis”, 10 de abril. Disponible en: <moldovainomc.org/index.php?option=com_content&view=article&id=103:world-bank-has-included-moldova-among-the-developing-countries-with-the-highest-level-of-vulnerability-to-the-world-crisis&catid=1:latest-news&Itemid=50>.

3 Ver: <www.expert-grup.org/?go=biblioteca&n=110>.

4 El primer –y hasta ahora el único- banco en anunciar bancarrota fue el Investprivatbank, en junio de 2009.

5 Frunza, V (2009). “All Bad is for Good: World Crisis Might Have Positive Effects for the Republic of Moldova”. 28 de abril. Disponible en: <moldovainomc.org/index.php?option=com_content&view=article&id=111:all-bad-is-for-good-world-crisis-might-have-positive-effects-for-the-republic-of-moldova&catid=1:latest-news&Itemid=50>.

6 Ibid.

7 Ver: <www.iom.md/materials/studies_reports/2009_05_11_moldova_country_profile.pdf>.

8 Ver: <www.azi.md/en/story/3271>.

9 Ver: <www.businessexpert.md/index.php?r=5&s=1642>.