Social Watch • Bolivia: Mujeres, las primeras despedidas y las últimas en obtener empleo
Source: . Published on Thu, 2012-03-08 10:58
Bolivia: Mujeres, las primeras despedidas y las últimas en obtener empleo Social Watch, 8 de marzo de 2012.- Con un desempleo de 9,9%, las mujeres de Bolivia han sido en los comienzos del siglo XXI las primeras en sufrir el despido en tiempos de crisis y las últimas en conseguir empleo cuando hay bonanza económica, según el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), uno de los puntos focales de Social Watch en el país latinoamericano. Setenta por ciento de las mujeres que pierden su trabajo tardan entre seis meses y un año en conseguir otro, indica el “Dossier de empleo y condiciones laborales 2008-2010”, que compila y analiza los datos de la Encuesta Urbana de Empleo (ECEDLA) durante tres años. “La ausencia de objetivos de empleo en las políticas públicas y los cambios en el mercado laboral no siempre aseguran el trabajo para quien lo demanda, peor aún para las mujeres, negándoles con frecuencia ese derecho y en consecuencia sus posibilidades de independencia económica”, señala el informe. De acuerdo el CEDLA, la tasa de desempleo femenino en las ciudades fue de 9,9% en 2010, mientras la tasa de cesantía entre las trabajadoras asalariadas llegaba al 15%, “lo que quiere decir que la probabilidad de quedar desempleadas es mayor para las que buscan un salario”, apunta el informe. “Las mujeres siempre fueron las primeras en ser despedidas en tiempos de crisis y las últimas en retornar al empleo en tiempos de crecimiento”, según el informe, el cual advierte, además, que el actual freno del crecimiento en sectores con uso intensivo de mano de obra y, en general, la insuficiente generación de empleos crean las condiciones para la persistencia de elevados niveles de desempleo entre las mujeres. Las jóvenes e instruidas son más afectadas La investigación identifica como las más afectadas por el desempleo a las menores de 34 años y con mayor nivel de educación (secundaria y superior) y, entre éstas, las que pertenecen a los hogares de los estratos de ingreso medio y bajo. En la actual coyuntura económica, solamente el comercio y algunos servicios personales tuvieron cierto dinamismo como para incorporar a nuevas trabajadoras. “La demanda de trabajo en la industria manufacturera declinó al ritmo que las empresas fueron perdiendo sus mercados externos e internos y algo similar ocurrió en las actividades del servicio doméstico por efecto del deterioro de los ingresos familiares en los estratos de ingresos medios y bajos de la población”, dice el CEDLA. De acuerdo con esta organización, el desempleo femenino es de larga duración, pues 44% de las mujeres estuvo buscando un trabajo asalariado por más de seis meses, mientras que el 25% sufrió esa situación durante más de un año. Sin embargo, los empleos ofrecidos a las mujeres en la primera década de este siglo han sido más precarios que los masculinos. El incremento del trabajo asalariado de las mujeres no ha venido de la mano de la estabilidad laboral: 35% de las trabajadoras tenía un contrato temporal, pero esta proporción superaba el 40% en el sector privado. En 2010, el salario femenino equivalía a 73% del de los hombres que realizaban la misma tarea. |
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