KENIA

El capitalismo neoliberal ha perdido la razón de existir. La presente es una crisis estructural de la democracia liberal, pero en Kenia el Gobierno no quiere ver la realidad y hace como el avestruz, que entierra su cabeza en la arena. La élite gobernante sostiene que la crisis es circunstancial y que la economía nacional está suficientemente a salvo por la debilidad de sus lazos con el capital internacional. La sociedad civil keniata sigue advirtiendo que, al contrario de las predicciones del Gobierno, el país está a punto de sumirse en las aguas turbulentas del neoliberalismo.
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