Economía: El Norte retrocede y arrastra al Sur

Protesta el mes pasado en
Barcelona, España (Foto:
Davidlohr Bueso/Flickr/CC)

Los países emergentes del mundo en desarrollo ya sufren los efectos adversos de la crítica situación económica de Estados Unidos y Europa, según evaluó Martin Khor, director ejecutivo de South Centre y fundador de la Red del Tercer Mundo, en su más reciente columna para Agenda Global y el diario The Star, de Malasia.

Los perjuicios más evidentes son la caída de las exportaciones por la merma de la demanda del Norte industrial, la disminución del ingreso de capitales (con peligro de fugas) y el deterioro de las condiciones crediticias, explicó Khor.

Autoridades nacionales e instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial ya constataron o prevén una desaceleración del crecimiento económico en países como Argentina, Brasil, China, India, Indonesia, Malasia, Singapur y Sudáfrica, entre otros.

Lo que sigue es la columna de Khor.

Enlentecimiento en los países del Sur
Martin Khor (*)

Los países en desarrollo se ven cada vez más afectados por la recesión económica europea y la desaceleración de Estados Unidos. Las esperanzas de que las grandes economías emergentes, como China, India y Brasil, mantuvieran un crecimiento sólido, desacopladas de las occidentales, y se convirtieran en un motor alternativo del crecimiento mundial, se vieron desbaratadas por datos recientes que demuestran que se están debilitando.

Al igual que lo sucedido durante la crisis mundial de 2008-2010, lo que más golpea a los países en desarrollo es la disminución de las exportaciones causada por la caída de la demanda en Occidente. También ha mermado el ingreso de capitales a esos países e incluso es muy probable que se revierta la situación actual, produciéndose un egreso de capitales. Además, se han deteriorado las condiciones crediticias de los bancos en las economías emergentes.

Informes recientes confirman la desaceleración de varias de las principales economías en desarrollo.

En China, el crecimiento del PBI cayó a 7,6 por ciento en el segundo trimestre de este año, evidenciando una desaceleración continuada con respecto al 10,4 por ciento en 2010, el 9,2 por ciento en 2011 y el 8,1 por ciento en el primer trimestre de 2012.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha bajado su proyección de crecimiento para India a 6,1 por ciento para este año, con respecto al 6,5 por ciento del año pasado y el 8,4 por ciento de los dos años previos.

En Singapur, la economía se contrajo 1,1 por ciento en el segundo trimestre con respecto a igual periodo anterior, a una tasa anualizada, principalmente debido a que la producción manufacturera cayó un seis por ciento.

La tasa de crecimiento proyectada por el Instituto de Investigación Económica de Malasia para este año es de 4,2 por ciento, por debajo del 5,1 por ciento del año pasado, que en el primer trimestre había bajado a 4,7 por ciento.

En Indonesia, el Banco Central informó que el crecimiento se estaba desacelerando y proyectó la tasa anual de este año en 6,2 por ciento comparada con el 6,5 por ciento del año pasado.

En América del Sur, Brasil y Argentina también enfrentan perspectivas de desaceleración.

En Brasil, el gobierno bajó su proyección de crecimiento para este año de 4,5 a tres por ciento, pero la última estimación del FMI es aún menor: 2,5 por ciento. El año pasado el crecimiento fue de 2,7 por ciento. La producción industrial bajó 4,3 por ciento en doce meses, hasta mayo.

Argentina tuvo un crecimiento económico de los mayores del mundo: 8,9 por ciento en 2011, mientras que el promedio anual en el periodo 2003-2010 fue de 7,6 por ciento. Pero la economía se contrajo en 0,5 por ciento en doce meses, hasta mayo. La producción industrial de junio cayó 4,4 por ciento a lo largo del año debido principalmente a una disminución del treinta y uno por ciento en el sector automotor.

En Sudáfrica, el crecimiento en el primer trimestre fue de 2,7 por ciento, frente al 3,2 por ciento del cuarto trimestre de 2011.

El nuevo presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, advirtió que la crisis de la deuda en Europa golpearía a la mayoría de las regiones del mundo y predijo que si se desataba una crisis importante, el crecimiento en los países en desarrollo podría reducirse en cuatro por ciento o más. Aun si se contuviera la crisis de la eurozona, el crecimiento podría igualmente reducirse en la mayor parte de las regiones del mundo, llegando hasta un 1,5 por ciento.

En su último análisis económico mundial, el FMI dio un panorama de cómo los países en desarrollo fueron afectados adversamente por las situaciones económicas de Europa y Estados Unidos. Advirtió que la capacidad de respuesta de los gobiernos a la nueva desaceleración es limitada en todo el mundo. Y si bien el retiro de capital de los países en desarrollo todavía no está en niveles críticos, si las condiciones se deterioran, algunos podrían tener problemas. De líderes emergentes de la economía mundial han pasado a ser víctimas de la desaceleración de las principales economías occidentales.

Yilmaz Akyuz, economista jefe de South Centre, demuestra en un análisis reciente que la teoría del “increíble crecimiento del Sur” exageró demasiado la desvinculación de los países en desarrollo con respecto a los vaivenes económicos de los desarrollados.
Gran parte del elevado crecimiento de los países en desarrollo en la última década se debió a las condiciones externas favorables generadas por algunos países occidentales. El alto crecimiento del consumo en Estados Unidos fue la principal base del aumento de las exportaciones de productos manufacturados de China y otros países del este asiático, que permitieron el auge de los precios de los productos básicos, que aumentaron el crecimiento en África y América del Sur.

El aumento de las corrientes de capital hacia los principales países en desarrollo también contribuyó a alentar su crecimiento y cubrieron los déficit actuales de varios de ellos.

La crisis mundial 2008-2009 desaceleró el crecimiento de las exportaciones de los países en desarrollo e invirtió las corrientes de capital, pero las fuertes medidas contra la recesión (estímulo fiscal, tasas de interés bajas y expansión de la liquidez) en los países desarrollados dio lugar a la reanudación del crecimiento de las exportaciones y los ingresos de capital a los países en desarrollo.

Sin embargo, ahora que los países desarrollados están poniendo fin a sus políticas expansionistas y aplicando políticas de austeridad en sus presupuestos, las condiciones recesivas en Europa están impactando adversamente a los países en desarrollo.

Las condiciones favorables que apoyaron el crecimiento del Sur ya no existen. Es más, se han vuelto negativas. Las perspectivas de los países en desarrollo se han deteriorado y urge un cambio en la estrategia de desarrollo.

Mientras tanto, The Wall Street Journal informó el 19 de julio que las condiciones crediticias en las economías emergentes se deterioraron en los últimos meses debido a la crisis de la eurozona.

Según un informe del Instituto de Finanzas Internacionales, las normas para conceder crédito se hicieron más estrictas en los bancos de los mercados emergentes del mundo, mientras que en el segundo trimestre aumentaron los préstamos incobrables.

Los resultados sugieren que se avecinan problemas para las economías emergentes y que los bancos en Asia y América se muestran más cautos, lo que podría provocar un debilitamiento del préstamo.

(*) Fundador de la Red del Tercer Mundo y director ejecutivo de South Centre, una organización de países en desarrollo con sede en Ginebra.

Fuente
Agenda Global: http://bit.ly/RhDgbY