Grupo de Reflexión: “Ya estamos viviendo en tiempo prestado”

“Excedimos los límites ecológicos e ignoramos las fronteras planetarias. Con la amenaza del cambio climático ya estamos viviendo en tiempo prestado. Pero nos negamos a recortar las emisiones y a asignar los escasos recursos en aquellos que no se beneficiaron aún de su explotación”, advirtió el Grupo de Reflexión de la Sociedad Civil sobre Perspectivas de Desarrollo Global en su aporte a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable (Rio2012) que se celebrará en junio próximo.

“Vivimos en un mundo donde el 20 por ciento más rico de la población disfruta más de 70 por ciento de los ingresos mundiales y el 20 por ciento más pobre obtiene apenas dos por ciento”, y en el que “50 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono son producidas por 13 por ciento de la población”, agrega el documento del Grupo de Reflección, creado hace un año por una alianza de organizaciones de la sociedad civil, redes y fundaciones para formular recomendaciones específicas hacia Rio2012, entre otras tareas.

El texto observa que “los ideales y principios” establecidos en la Cumbre de la Tierra celebrada en Rio de Janeiro en 1992 resultaron “eclipsadas”, y que “la mayor parte de la implementación no ocurrió”.

Tampoco se cumplieron “compromisos sobre derechos humanos y justicia de género”, mientras “se amplían las disparidades” a pesar de que “el producto mundial por persona se más que duplicó en las últimas dos décadas”. “La globalización produjo millones de empleos de mala calidad. La especulación financiera y de productos básicos redujo la seguridad alimentaria y privó de cultivos de alimentos a millones de hectáreas de tierra, ahora con usos insustentables. Poco se ha hecho para cambiar los patrones de producción y consumo que contaminan, socavan la biodiversidad y conducen inexorablemente al cambio climático”, agregó el Grupo, integrado por Alejandro Chanona, Barbara Adams, Beryl d'Almeida, Chee Yoke Ling, Ernst Ulrich von Weizsäcker, Danuta Sacher, Filomeno Sta. Ana III, George Chira, Gigi Francisco, Henning Melber, Hubert Schillinger, Jens Martens, Jorge Ishizawa, Karma Ura, Roberto Bissio, Vicky Tauli-Corpuz y Yao Graham.

Estos fracasos se deben a que “los estados renegaron de sus valores democráticos y los gobiernos se tornaron menos responsables ante la gente”, y a que “normas y criterios universales son ignorados y marginados por nuevas reglas que favorecen a los mercados”.

“Nos enfrentamos con una jerarquía de derechos según la cual aquellos que protegen a los seres humanos y a los ecosistemas son relegados a los peldaños inferiores” contradiciendo “el principio de que quien contamina debe pagar los costos de la contaminación”, explicó el Grupo.

La propuesta del Grupo de Reflexión destaca ocho principios clave: el de precaución, el de “no dañar”, el de subsidiaridad, el de “consentimiento libre, previo e informado”, el de arreglo pacífico de las disputas, y los de libertad, equidad, diversidad y respeto por la naturaleza. “Todos los gobiernos acordaron en general estos principios”, pero “fracasaron en la tarea de traducirlos en obligaciones vigentes y en políticas específicas”.

La declaración propone fijar las políticas fiscales sobre la base de cuatro criterios: “recaudar para proveer bienes y servicios públicos necesarios, redistribuir el ingreso y la riqueza de los sectores más ricos de la sociedad a los más pobres, revaluar los bienes y servicios para internalizar los costos ecológicos y sociales y para desalentar conductas indeseables, y justificar la demanda de los ciudadanos de representación democrática y llamado a la responsabilidad” de los poderosos.



La propuesta también sugiere la abolición de subsidios dañinos, estimular mediante el gasto público el consumo y la producción sustentables, recortar los presupuestos militares, establecer un piso de seguridad social y acceso a la salud pública universales, brindar apoyo económico a todos los niños y niñas y a los desempleados y subempleados, fijar una pensión básica para todos los ancianos o discapacitados, garantizar la provisión de servicios esenciales, fortalecer las iniciativas presupuestarias populares y el uso de fondos soberanos para financiar la inversión sustentable.

El documento también propone un nuevo sistema mundial de financiamiento al desarrollo que vaya más allá de la asistencia oficial, así como un esquema de compensación para pagar la deuda climática.

El Grupo de Reflexión sugirió, finalmente, una “reconfiguración” de instituciones internacionales y nacionales a cargo de alentar y controlar el desarrollo sustentable, entre ellos la creación de un “Consejo de Desarrollo Sustentable” en el marco de la ONU, la de diversos ombudsman internacionales (entre ellos uno en defensa de las futuras generaciones) y de relatores especiales, un “sherpa para la sustentabilidad” y comités parlamentarios.

La declaración del Grupo de Reflexión es de carácter preliminar y no fue discutido totalmente por sus miembros. No todos ellos adhiere explícitamente a cada recomendación, pero el texto capta las ideas y consensos generales formulados en reuniones anteriores. Un informe final más exhaustivo se publicará en la primavera boreal de 2012.

Fuentes:

Declaración del Grupo de Reflexión (en inglés): http://bit.ly/uozdC7

Grupo de Reflexión de la Sociedad Civil sobre Perspectivas de Desarrollo Global: http://bit.ly/nDtJJ4