Somalia: El papel de las ONG en el proceso de paz

El caos que se apoderó de Somalia hace tanto tiempo tiene numerosas causas y consecuencias. El análisis de la historia reciente puede llevarnos a una mayor comprensión y, con suerte, enseñarnos una lección para el futuro. Las organizaciones no gubernamentales (ONG) no siempre han sido activas, pero desempeñan una función crucial en el proceso de paz.

Durante los dos primeros gobiernos tras la independencia se pusieron en práctica métodos tradicionales y autóctonos para manejar los conflictos y gobernar al país. En cada zona de Somalia, los ancianos eran una parte importante de la comunidad. Eran respetados por su sabiduría y por el papel que desempeñaban en la sociedad.

El gobierno militar, sin embargo, utilizó su poderío militar para gobernar y debilitó la influencia tradicional de los ancianos. El fracaso de esta política se extendió rápidamente y la inestabilidad se apoderó una vez más del país. Aunque muchos pensaron que los militares habían conseguido la seguridad del país, no eran conscientes de la pequeña diferencia que existe entre la paz y la seguridad.

Las ONG se establecieron a principios de la década de 1990, en un período de anarquía desenfrenada y ausencia de gobierno. Desde entonces han sido integrantes de la sociedad civil, la cual desempeñó una función crucial en la resolución de conflictos y en el proceso de pacificación, utilizando tanto métodos modernos como tradicionales. Las ONG fueron capaces de cavar pozos o construir escuelas en áreas rurales, así como compartir su mandato con los ancianos tradicionales de la zona. Eso incrementa la sostenibilidad de sus productos y servicios, y previene los conflictos.

Uno de los más recordables ejercicios de pacificación que lograron las ONG fue el proceso de resolución de conflictos celebrado en Arta, Djibouti, en 2000, cuando Abdikassim Salat Hassan fue elegido presidente transicional por varios líderes de clanes. Otro ejercicio fundamental de pacificación sostenible tiene que ver con lo sucedido en el noroeste de Somalia. Esta región, que el 18 de mayo de 1991 se declaró un país independiente, con el nombre de Somalilandia, estalló en crisis cuando comenzó la lucha entre diferentes clanes. La paz y la administración que hoy la caracterizan fueron conseguidas a través de mecanismos tradicionales, con los ancianos (Guurti) liderando el proceso.

Las ONG también tuvieron un papel fundamental en la pacificación de esta región. Entre sus acciones se incluyen la negociación, la facilitación, la mediación, etc. Para la sostenibilidad de la paz en Somalilandia, las ONG generaron estrategias para mejorar la capacidad de las organizaciones de la sociedad civil, entre ellas grupos de mujeres, ancianos, jóvenes y estudiantes.

También en la región Austral Central, donde la anarquía y el conflicto son parte de la vida diaria, las ONG emplean la estrategia de inclusión de diferentes sectores sociales. Algunas ONG, como la Somali Peace Line, comenzaron talleres de desarrollo de la paz en las escuelas, y capacitaron a los estudiantes y sus maestros en temas relacionados con la paz y el conflicto. Otras organizaciones dedicadas a los mismos objetivos son Save Somali Women and Children (SSWC), Reconciliation and Dialogue Center (RDC), Women’s Development Organization (IIDA) y Peace and Human Rights Network (PHRN). Entre las tareas de SOCDA’s (Somali organization for Community Development Activities) se incluyen los talleres de paz para estudiantes y jóvenes en Mogadicio y Bosaso, el activismo y las actividades de campaña. Todas realizan campañas para sensibilizar sobre la importancia de la paz y para erradicar la pobreza y la desigualdad, que también se encuentran en la raíz del conflicto somalí.