Avances desiguales

Meena Raman
Consumers Association of Penang

La incidencia de la pobreza entre los malayos se redujo del 16,5% en 1990 al 8,9% en 1995. En zonas rurales, la reducción fue del 21,1% en 1990 al 15,3% en 1995 mientras que el número de hogares pobres se contrajo un 42% de 492.500 a 285.600. En las zonas urbanas, pese a que la incidencia de la pobreza también se redujo del 7,1% al 3,7%, el número de hogares pobres creció levemente de unos 82.000 a 84.600.

El progreso en la erradicación de la pobreza fue posible gracias al crecimiento de la economía que aumentó las oportunidades de empleo para todos, incluyendo a los pobres, y la realización de varios programas y proyectos gubernamentales dirigidos a los hogares rurales y agrícolas.

Aunque la incidencia de la pobreza extrema ha bajado, existe una creciente preocupación sobre la creciente desigualdad en el país en términos de distribución de la riqueza e ingreso dentro de la sociedad. En 1987, el 20% más rico de hogares (con el 51% del ingreso total) ganaba más que el 80% restante en conjunto (con sólo 49% del ingreso). El 5% superior de hogares tenía un ingreso equivalente a más del 50% de los hogares más pobres en su conjunto.

El ingreso medio del 40% inferior de los hogares creció 8,1% desde 1990 a 1995, o sea de RM420 a RM672.1 Pero la tasa fue más lenta en comparación con el 20% superior y el 40% medio de los hogares, que crecieron un 10% y 9,2% respectivamente. Las distintas tasas de crecimiento llevaron a un leve aumento de la desigualdad en el ingreso general para el período 1990-95.

La Unidad de Realización y Coordinación (URC) del Departamento de Malasia, dependencia del Primer Ministro, coordina el programa de erradicación de la pobreza, especialmente el Programa de Desarrollo para la Extrema Pobreza (PDEP). La información referida a los distintos niveles de pobreza y los datos de los hogares pobres son obtenidos a través de encuestas y censos de hogares realizados por el Gobierno.

Con la ayuda de las Oficinas de Distrito en el país, el URC actualiza periódicamente la información para evaluar la efectividad del PDEP en la erradicación de la extrema pobreza. Las Oficinas de Distrito dependen de administradores a nivel local, o sea, del jefe del pueblo o del Comité para el Desarrollo y Seguridad del Pueblo para distinguir a las personas en situación de extrema pobreza. Los problemas referidos a la recolección de información ocurren cuando los indagados no brindan la información correcta o el informador no toma en cuenta algunas familias y brinda información incompleta. No hay datos de la relación del % de mujeres viviendo en la pobreza comparado con el % de hombres.

La información disponible no es muy amplia. Aunque la información general y comparable pueda existir, no es publicada en forma extensiva. Además, algunas de las cifras citadas pueden ser discutibles ya que otras encuestas brindan cifras contradictorias.

Cuadro 1.


   

1990

1995

Porcentaje de hogares viviendo en la pobreza  

16,5

8,9

Porcentaje de hogares viviendo en extrema pobreza  

3,9

2,1

Personas viviendo en la pobreza (%)      
- Rural  

23

s/d

- Urbana  

8

s/d

Tasas de desempleo (%)  

5,1

2,8

Relación entre el 20% superior y el 20% inferior (1981-93) = 11,7

Tasa de participación en el mercado

laboral para la población entre

10 y 14 años (Censo 1991)

10-14 años

Urbana

Rural

Total

Hombres

2,2

4,2

3,3

Mujeres

1,7

3,4

2,6

Total

2

3,8

3

Acceso a los servicios básicos

Agua y saneamiento

El programa de suministro de agua rural fue extendido para brindarle acceso al agua potable a un importante sector de la población rural especialmente en las zonas remotas. El agua limpia se obtiene mediante la extracción de agua subterránea y pozos en pueblos remotos donde el suministro de agua potable no es posible. Sin embargo, las personas que viven en las zonas remotas tienen dificultades para obtener agua limpia ya que los ríos están contaminados debido a la erosión causada por la actividad maderera o por la eliminación de los bosques para la construcción y plantaciones agrícolas.

En términos de saneamiento, el Gobierno continúa brindando instalaciones básicas de alcantarillado a través de varios sistemas, incluidos sistemas de saneamiento centralizados, tanques sépticos individuales y letrinas especiales. La proporción de hogares abarcados aumentó del 42,3% en 1990 al 52,7% en 1995. El censo de 1991 indica que el 95% de los 3,4 millones de unidades de vivienda en Malasia tienen algún tipo de instalación sanitaria.

El sistema de alcantarillado fue privatizado en 1993 con el ánimo de reducir la contaminación de los ríos debido a los desechos domésticos y animales. Sin embargo, el proceso de privatización ha sido problemático específicamente debido a las altas tarifas que cobra la compañía.

Vivienda

Con respecto a las viviendas económicas, se construyeron un total de 261.386 unidades o el 76% de la meta para 1990-1995. Del total, el sector privado construyó 214.889 de las cuales 131.525 unidades formaron parte del Programa Especial de Viviendas Económicas y 80.768 unidades del programa de viviendas común. El precio de la vivienda económica se mantuvo en RM25.000 (U$S 14.000) por unidad.

El sector público construyó 46.497 unidades de vivienda económica o el 36.7% de su meta. El bajo rendimiento se atribuyó a áreas de construcción inadecuadas, altos costos de infraestructura y construcción. Los estados no se mostraron comprometidos con la construcción de las viviendas económicas. Para acelerar la construcción de éstas, se crearon varios fondos. Por ejemplo, en 1993 se creó el Fondo de la Vivienda Económica con un presupuesto de RM500 (U$S 200) millones. Además, se exigió a los constructores de viviendas que destinaran el 30% de sus proyectos a las viviendas económicas.

Aun con estos programas, persiste la escasez de viviendas accesibles para los pobres. Se espera que la demanda aumente debido al crecimiento de la población y del número de nuevos hogares. Se ha informado que 800.000 unidades de viviendas se han solicitado durante el Séptimo Plan de Malasia (1996-2000). De dicho total, un 29.4% se destinará a cubrir la demanda de viviendas económicas y un 43.8% para las viviendas de costo bajo a mediano.

Con respecto al hacinamiento, en 1980 la congestión de las zonas urbanas fue grave. En promedio, existían 1.2 hogares por unidad habitacional ocupada. Pero para 1991, siendo el crecimiento de las zonas habitacionales en las zonas urbanas mayor que el número de hogares, la congestión urbana se redujo sensiblemente a 1,05 hogares por unidad habitacional. En total, el 98% de las unidades de vivienda ocupadas en Malasia contenían un hogar por unidad.

Cuadro 2.


 

1990

1995

% de la población con acceso a agua potable

80

89

% de suministro de agua limpia en zonas rurales

67

77

% de la población con acceso a saneamiento  

94

% de letrinas sanitarias en zonas rurales  

92

% del presupuesto asignado a agua y saneamiento (mediante compañías estatales)

0,17

0,2

 

1980

1991

Número de hogares por residencia

1,1

1,03

- Urbana

1,2

1,05

- Rural

s/d

1,02

Número promedio de personas por unidad de vivienda ocupada

5,6

5

Educación

La meta en torno a la educación fue la de expandir la capacidad y aumentar el acceso a todos los niveles de la enseñanza, fortaleciendo el sistema de cobertura y mejorando la calidad. El porcentaje de estudiantes inscritos en los últimos años de secundaria en colegios del Gobierno o con ayuda gubernamental dentro de las orientaciones científicas y técnicas ha bajado del 22,8% en 1990 a 21,3% en 1995. El nivel de matriculación sigue sin llegar a la meta del 60% para estudiantes secundarios en las orientaciones científicas.

Para poder cubrir la demanda laboral en una economía de rápido crecimiento, la educación terciaria se abocó a aumentar la inscripción en los niveles de título, diploma y certificado, especialmente en los cursos de ciencias, medicina, ingeniería y carreras técnicas. Con respecto a los egresos de los centros públicos de enseñanza superior, los egresados de las humanidades superaron a los de ciencias y cursos técnicos.

Para 1995, un 94% de los hogares rurales pobres y casi la totalidad de los urbanos pobres se encontraban a menos de 9 kilómetros de una escuela primaria mientras que el 60% en zonas rurales y el 96% en urbanas estaban a la misma distancia de un centro secundario.

Las instalaciones educativas en las zonas rurales fueron ampliadas y mejoradas. Se crearon instalaciones para residencias en zonas rurales y remotas para estudiantes que viven lejos de sus escuelas. A pesar de estos esfuerzos, resta mucho por hacer para mejorar la situación, especialmente en las zonas remotas de Malasia Oriental.

Informes gubernamentales afirman que los mejores estudiantes de las zonas rurales tuvieron la oportunidad de continuar su educación secundaria en escuelas con régimen pupilo. Además, se brindaron otros tipos de asistencia educativa como becas y textos de estudio, alimentos, alojamiento y uniformes para alumnos de hogares pobres.

El Ministerio de Educación se encargó de brindar la enseñanza a los niños Orang Asli (pueblo indígena de Malasia Peninsular) del Departamento de Orang Asli en 1995. Los niños Orang Asli contaron con maestros especializados, mejores instalaciones educativas así como material de enseñanza. Sin embargo, algunas escuelas son inaccesibles para las comunidades Orang Asli ya que se encuentran alejadas de sus aldeas y con falta de transporte. La asistencia estudiantil depende también de las condiciones climáticas.

Si utilizamos como medida de alfabetización la población mayor de 10 años que haya asistido a la escuela alguna vez, encontramos que la tasa de alfabetización del país fue del 85% en 1991 comparada con 72% en 1980. Los niveles de alfabetización entre la población femenina han aumentado. La diferencia de proporción entre los sexos referida al porcentaje de asistencia a la escuela está disminuyendo.

Cuadro 3.


   

1990

1993

1995

Tasa de alfabetización  

85,1

 

89,3

- adulta    

82,2

 
- femenina    

76,3

 
- masculina    

88,2

 
Tasa de analfabetismo        
- adulta    

2,1

 
- femenina    

1,4

 
     

1991

1994

Tasa de inscripción en enseñanza básica (%)    

97,9

99

Secundaria

Número de alumnos

Primaria

1er. Ciclo

2do. Ciclo

Bachillerato

(1990)        
Hombres

1.255.869

473.999

176.639

24.960

Mujeres

1.189.726

468.802

184.722

36.896

Total

2.445.595

942.801

361.411

61.856

     

1990

1994

Ingreso femenino universitario (%)    

37,2

49,5

   

1990

1994

1995

Gasto en la enseñanza  

20

24

23,8

Con respecto al acceso a las instalaciones de salud, un 88% de los pobres de las zonas urbanas y 77% en las zonas rurales se encontraban a menos de 9 kilómetros de una clínica estatal o privada. Las zonas rurales fueron atendidas por equipos odontológicos y dispensarios móviles, equipos de salud locales y un servicio aéreo de médico para las zonas remotas y aisladas.

Debido a los cambios en el estilo de vida y en los comportamientos sociales así como la transición demográfica, ha cambiado la tendencia de las enfermedades con un crecimiento en la ocurrencia de enfermedades no-contagiosas. Las enfermedades al corazón y al pulmón fueron la principal causa de muerte y la causa más común de internación en hospitales, seguidas por accidentes, enfermedades cerebrovasculares y cáncer.

De acuerdo a fuentes gubernamentales, los programas de inmunización han contribuido de manera importante a reducir las enfermedades infantiles, como lo reflejan las menores tasas de mortalidad en recién nacidos y niños. En 1994, un 91% o 502.000 niños recibieron una completa inmunización contra la difteria, tos ferina, tétano, poliomielitis y tuberculosis, comparado con 79% en 1990.

En Malasia, los servicios de salud reproductiva se brindan por los Servicios de Planificación Familiar. El número de instituciones de salud que otorgan estos servicios han aumentado de 2.463 en 1990 a 2.590 en 1993.

Cuadro 4.


       

1990

1994

Esperanza de vida (en años)          
 

Masculina

   

68,9

69,3

 

Femenina

   

73,5

74

Tasa de mortalidad de recién nacidos(*) (por 1.000)      

13

10,5

Tasa de mortalidad infantil(*) (por 1.000)      

0,9

0,8

Tasa de mortalidad materna(*) (por 1.000) (* sólo para Malasia Peninsular)      

0,2

0,2

       

1990

1993

% de atención prenatal profesional      

78,1

71,9

% de nacimientos asistidos por profesionales      

95

92,9

Tasa de fertilidad global (para 1992)    

3,6

   
Tasa de fertilidad por edades (por 1.000 mujeres)    

1991

1992

1993

 

15-19

 

20

20

19

 

20-24

 

130

132

132

 

25-29

 

208

211

215

 

30-34

 

169

172

173

 

35-39

 

103

104

104

 

40-44

 

38

38

37

 

45-49

 

4

4

4

   

1990

1991

1992

1993

Gasto en la salud (% del PBI)  

1,68

1,79

1,77

1,64

   

1990

 

1993

 
Incidencia de malaria (casos)  

50.500

 

39.890

 
Muertes por malaria (casos)  

43

 

23

 

Se otorga prioridad a los programas de control de enfermedades contagiosas como malaria, tuberculosis y dengue así como SIDA para reducir su incidencia. En las zonas endémicas (principalmente en las aldeas de los Orang Asli) los mosquiteros para las camas son tratados con permetrina y el DDT se fumiga rutinariamente sólo en zonas altamente endémicas. El Instituto para la Investigación Médica de Malasia funciona como centro colaborador con la Organización Mundial para la Salud en la investigación de campos nuevos como el examen colectivo ("screening") y el uso de medicinas contra la malaria.

Alimento y nutrición

La agricultura malaya aún está orientada hacia la producción de artículos para la exportación, cultivos comerciales como el caucho natural y aceite de palma. No obstante, el grado de autosuficiencia mejoró para varios productos durante el período de 1990-1995. La producción de arroz experimentó un crecimiento marginal de 1,4% por año mientras que la producción de vegetales registró un crecimiento moderado del 2,7% por año.

El valor de exportación de los productos alimenticios se mantuvo estable con RM 4.000 millones. Sin embargo, las importaciones de alimentos crecieron un 8% anual de RM 4.500 millones en 1990 a RM 6.700 millones en 1995. El crecimiento en las importaciones de alimentos se debió principalmente al de la importación de ración para animales, productos de la pesca, animales en pie así como frutas y legumbres.

Existe la preocupación de que con el énfasis actual de la economía en la industrialización y la presión de la urbanización, más y más tierras agrícolas que producen alimentos se destinarán a fines comerciales. Dicha tendencia ya ha comenzado con graves consecuencias para la seguridad en los alimentos.

Mientras que el nivel general de nutrición en el país fue satisfactorio, han persistido la moderada desnutrición en niños menores de 5 años, la deficiencia de hierro o anemia en madres embarazadas y deficiencia de yodo en grupos específicos de la población.

Para atacar estos problemas, los programas de nutrición se incorporaron como un elemento integral del Programa de Desarrollo para la Extrema Pobreza. Estos esfuerzos resultaron en una mejoría del estatus nutricional de los niños menores de 5 años, con el 0,42% de estos niños pesando menos del 60% normal en 1995 comparado con el 0,5% en 1990. El porcentaje de madres anémicas se redujo del 5,4% al 3,8% en el mismo período.

Además, el programa de alimentación suplementaria para niños de escuela primaria provenientes de familias con bajo ingreso, se continuó en todas las escuelas, beneficiando a 520.000 alumnos. El gobierno piensa continuar los programas de intervención nutricional integrados a los programas de desarrollo económico locales y a los programas de alimentación suplementaria con el objetivo de mejorar el estatus nutricional de la población rural y los niños en las escuelas.

El programa de Rehabilitación de Niños Desnutridos de Familias Pobres se lanzó en julio de 1988. El número de niños desnutridos que recibían alimentos a fines de 1993 fue de 8.749. Esto implica una reducción del 31% comparado con el número de casos (12.690) a fines de 1989.

El Plan Nacional de Acción sobre la Nutrición (PNAN) iniciado en 1995 para atacar todo tipo de problemas derivados de la nutrición, habrá de implementarse en el futuro. Con el PNAN, la evaluación y control de la situación nutricional de niños menores de 5 años bajo el Sistema Nacional de Vigilancia de la Nutrición se intensificará.

Cuadro 5.


 

1990

1992

1995

Oferta calórica diaria per capita  

2.884

 
% de niños con bajo peso al nacer

8,2

8,2

 
% de niños con bajo peso menores 5 años

(peso corporal menos del 80% normal)

25

25,13

 
% de niños menores de 5 años con desnutrición grave

0,5

 

0,42

% de madres embarazadas con anemia grave

5,4

 

3,8

Gasto social público

La siguiente información revela las asignaciones gubernamentales para el presupuesto de varios sectores:

Cuadro 6.


 

1990

1991

1994

1995

% de gasto social público

30

28,3

34,1

33,5

% de gasto en salud

6

5,2

6,1

6,3

% de gasto en enseñanza

20

20,4

24

23,8

% de gasto en vivienda

0,25

0,22

0,8

0,3

% de gasto en Cías. de serv. estatales

0,17

0,18

0,4

0,2

El gobierno pretende privatizar varios servicios públicos. Uno de los temas más importantes es la privatización de los servicios de salud que está siendo analizada por la Unidad de Planeamiento Económico.

Recursos y oportunidades económicas

En la actualidad, el proceso de enajenación de la tierra no es equitativo, abierto o transparente. A los colonizadores pioneros de las zonas rurales que han trabajado la tierra durante generaciones y que han solicitado la propiedad de la misma, no se les han otorgado derechos legales sobre ella.

Otro aspecto es el tema de la adquisición de la tierra. A lo largo de los años, en nombre del progreso, los pequeños terratenientes han sido privados de sus tierras requisadas por el Estado para transferirlas a intereses privados con el fin de realizar proyectos tales como balnearios, campos de golf, zonas industriales, cría del camarón y otros emprendimientos comerciales por el estilo. Al pequeño terrateniente que depende de la tierra se le priva de la posibilidad de ganarse la vida.

Para los habitantes de la selva, como los indígenas Sarawak y Orang Asli, no ha habido un reconocimiento efectivo de sus derechos tradicionales. Ha sido frustrante la concesión de explotación de madera y proyectos en tierras y selvas donde las comunidades tradicionales buscan su sustento.

Distribución del ingreso rural-urbano

El ingreso de los hogares rurales creció un 5,3% anual en el período 1990-1995 comparado al 2,5% del período 1985-1990. Sin embargo, fue menor al crecimiento del 8,2% registrado por los hogares urbanos. La proporción de la disparidad en el ingreso entre los hogares rurales y urbanos también se incrementó del 1:1.17 en 1990 a 1:2.0 en 1995.

La creciente desigualdad del ingreso en el país se produjo principalmente por la diferencia en las tasas de crecimiento de las economías urbanas y rurales. La demanda de tanto trabajadores especializados como no especializados en el sector manufacturero de las zonas urbanas creció un 6,7% por año. Por otro lado, el sector agrícola, base de la economía rural, creció sólo 2,0% por año.

La demanda de trabajadores agrícolas decreció debido al menor crecimiento de la producción en el sector agrícola a medida que el país se industrializaba. Los trabajadores jóvenes prefieren tomar empleos más lucrativos en los sectores manufactureros y de servicios. La desigualdad en el ingreso creció entre los hogares agrícolas y no-agrícolas, lo que contribuyó a aumentar la desigualdad en el ingreso en el país.

Legislación laboral referida al trabajo femenino

Legislación laboral referida al trabajofemenino

En el sector privado continúa la diferencia entre los sueldos de hombres y mujeres. Sin embargo, esta brecha está decreciendo en forma estable, especialmente en las industrias de trabajo intensivo. En el sector público, no existieron diferencias de género relativa a la paga por el mismo trabajo.

La Ley del Trabajo de 1955, aunque se aplica por igual tanto a hombres como mujeres, contiene cláusulas protectoras específicas para ésta. La Ley incluye artículos que prohiben a la mujer efectuar trabajos bajo tierra o en turnos de medianoche sin permiso de las autoridades y prevé la licencia por maternidad hasta 5 nacimientos durante un lapso de 60 días con beneficios totales.

La Ley del Impuesto al Ingreso de 1967 fue modificada en 1978 para permitir que se calculara el ingreso de la mujer trabajadora a su nombre.

El gobierno piensa modificar la Ley del Trabajo de 1955 para permitir que las mujeres puedan emplearse en puestos de tiempo parcial que les brinden flexibilidad para atender sus hogares. Las modificaciones tienen como objetivo permitir a los empleadores instrumentar horarios de trabajo flexibles.

Cuadro 7.


   

1990

1995

Tasas de desempleo (%)  

5,10

2,80

Tasas de desempleo (%) (por sexo y edad)  

1990

1993

Ambos sexos 15-24

72,40

70,10

  25-54

25,20

27,00

  55-64

2,40

2,90

Masculino 15-24

70,70

66,40

  25-54

26,20

29,80

  55-64

2,40

2,90

Femenino 15-24

74,50

75,60

  25-54

23,80

22,90

  55-64

1,60

1,50

   

1990

1995

Fuerza de trabajo (miles)  

7.042

8.060

Tasa de participación en la fuerza de trabajo (%)      
Total  

66,50

67,00

Masculina  

85,60

87,20

Femenina  

47,30

46,80

Tasa de empleo total (%) (por sexo y edad)  

1990,00

1993,00

Ambos sexos 15-24

27,10

24,90

  25-54

67,00

69,30

  55-64

5,90

5,80

Masculino 15-24

25,20

22,50

  25-54

68,50

70,90

  55-64

6,20

6,60

Femenino 15-24

30,50

29,40

  25-54

64,20

66,30

  55-64

5,30

4,30

Fuerza de trabajo femenina por calificación académica (%)  

1990,00

1993,00

Sin educación formal  

15,70

12,60

Primaria  

29,30

26,40

Secundaria  

45,10

50,00

Terciaria  

9,90

11,00

   

1990

1995

Ingreso promedio de hogares (RM)  

1.167

2.007

  Urbano

1.617

2.596

  Rural

951

1.300

Participación en el Ingreso (%)  

1993

 
  Masculino

71

 
  Femenino

29,4

 

Participación ciudadana

El modelo económico del país está orientado hacia la industrialización, en forma similar al modelo occidental. De esta manera, hemos importado el mismo síndrome de crecimiento que los países industrializados, la misma actitud hacia la maximización de las exportaciones, los ingresos, y la explotación de recursos para el presente inmediato, en vez de adoptar un programa de conservación y asignación de recursos a largo plazo.

Lo que no es aceptable es el tipo de crecimiento que está ocurriendo sobre la base de una distribución desigual de recursos, riqueza e ingresos. Esto conduce a que los beneficios del crecimiento se transfieran principalmente a una minoría, lo que aumenta la brecha de desigualdad, y aumenta la desigualdad interna para la mayoría pobre, sumada a la desigualdad a escala internacional.

En el sector público, la mayor parte de los ingresos generados se invierten en enormes proyectos que son a menudo económicamente inviables, ofensivos para el medio ambiente y no benefician a la mayor parte de la comunidad que es pobre. Muchas veces los pobres son las principales víctimas. La fuente de sus recursos es destruida con productos químicos o moderna tecnología, se les priva de la tierra de sus selvas para "proyectos de desarrollo", sus recursos de agua son contaminados con desechos industriales, sus técnicas y productos indígenas se tornan inservibles ante la avalancha de modernos productos y procesos.

A menudo, los proyectos de desarrollo les son impuestos al pueblo sin permitirle tomar parte de los procesos de toma de decisiones o planificación. Los procesos de participación existentes son defectuosos. Queda mucho por hacer para fortalecer una participación genuina de la gente en el proceso de desarrollo.

Las elecciones tienen lugar cada 5 años. En las ocho elecciones nacionales realizadas desde la formación de Malasia, siendo la última en 1995, la coalición de partidos políticos en el poder, el Frente Nacional, ha mantenido la mayoría en el Parlamento.

Planes para la erradicación de la pobreza

Los esfuerzos por erradicar la pobreza se han sucedido desde que el gobierno lanzó su Primer Plan de Malasia (1966-1970) con un presupuesto de RM 6.670 millones para el desarrollo agrícola y rural. Con el Sexto Plan de Malasia (1990-1995) más de RM 1.000 millones fueron asignados para la erradicación de la pobreza.

Las estimaciones de la pobreza para 1995 se basan en los siguientes ingresos en la línea de pobreza:

* RM 425 por mes para un hogar de 4,6 en la Península de Malasia.

* RM 601 por mes para un hogar de 4,9 en Sabah.

* RM 516 por mes para un hogar de 4,8 en Sarawak.

* La extrema pobreza se estima tomando la mitad del ingreso en la línea de pobreza.

Los esfuerzos por erradicar la pobreza extrema son liderados por el PDEP (Programa de Desarrollo para la Extrema Pobreza). El PDEP fue creado en 1989 para tratar específicamente con los hogares de extrema pobreza y fue diseñado para cubrir las múltiples necesidades de los diferentes subgrupos de la extrema pobreza. Se otorgaría prioridad a los estados más pobres así como a la comunidad Orang Asli y la pobreza urbana.

El PDEP llevó a cabo tanto proyectos de generación de ingresos como la inculcación de valores tales como la confianza en sí mismo y el trabajo fuerte y la provisión de asistencia social directa. Los proyectos de generación de ingresos, entre otras cosas, incluyeron la cría de ganado, piscicultura, comercio minorista e industrias caseras.

Existe presupuesto para mejorar o reconstruir las casas de personas viviendo en extrema pobreza, especialmente en las zonas rurales. El presupuesto ha sido aumentado de RM 3.000 a RM 5.000. Surgieron problemas con respecto a esta ayuda relacionados con la poca calidad de los materiales para mejorar las construcciones, la falta de fuerza de trabajo y la práctica del favoritismo en la selección de los pobres que recibirían la ayuda.

En las aldeas de los Orang Asli, muchos se han quejado de que todavía no han recibido asistencia para construir sus nuevas viviendas. Para aquellos que recibieron la ayuda, las casas que se construyeron eran muy pequeñas (5 x 3,5 metros), con una sola habitación, ni dormitorio separado para la familia, baño o inodoro. Algunas de estas aldeas no son accesibles por tierra y no tienen agua potable ni saneamiento, suministro de electricidad, teléfonos públicos y están alejadas de los centros de salud y enseñanza.

Con respecto a los pobres urbanos, se otorga la prioridad a los proyectos de generación de ingresos así como la provisión de elementos básicos adecuados, como la vivienda económica.

Hasta abril de 1994, un total de 105.844 familias en el país fueron identificadas para recibir asistencia del PDEP. Del total, 72.483 familias provenían de la Península de Malasia y el resto de Sabah, Sarawak y Labuan. El número de familias en situación de extrema pobreza podría ser mayor al informado ya que existen cifras contradictorias al respecto en varios estudios que se han realizado.

En el informe del Sexto Plan de Malasia, se afirma que aproximadamente unos 16.470 hogares en extrema pobreza se beneficiaron con los proyectos de generación de ingresos, 39.060 participaron en el programa de modificación actitudinal y 37.200 recibieron asistencia social directa; algunos hogares recibieron más de un tipo de asistencia.

En 1992, el gobierno lanzó un programa de préstamos que permitió a los hogares en pobreza extrema acceder a préstamos sin intereses de RM 5.000. El objetivo fue el de aumentar el ingreso de los hogares en extrema pobreza.

Abundan las denuncias con respecto al abuso de la asistencia brindada por el PDEP. Algunas personas pudientes se hacen pasar por pobres para recibir asistencia y donaciones. Otro factor es la práctica del favoritismo al identificar a los pobres en situación de pobreza extrema. Un administrador local es nombrado por la Oficina de Distrito para identificar a aquellos que sean posibles candidatos para recibir ayuda. Los designados nombran a sus familiares o amigos íntimos. La filiación política también influye ya que ciertos políticos no quieren que la asistencia se brinde a un miembro de la oposición. Estas prácticas han tergiversado el principal objetivo del PDEP. Algunas familias pobres o son dejadas de lado o son totalmente ignoradas.

Además del PDEP, organizaciones no gubernamentales han implementado varios programas con apoyo de compañías privadas. Amanah Ikhtiar Malaysia (AIM), una ONG, brinda préstamos sin intereses por un total de RM 77,1 millones a unos 36.200 pobres en situación de extrema pobreza. Ello les permite dedicarse a la cría de pollos y ganado y atender pequeños negocios como almacenes y talleres mecánicos.

Aunque la pobreza absoluta se ha contraído, existen grupos especialmente vulnerables que merecen mayor atención como los Orang Asli, los indígenas de Malasia Oriental, los pescadores, granjeros y trabajadores del campo. En el caso de los trabajadores del campo, no ha existido un aumento real de sus sueldos y sus condiciones de vida son deplorables sin algunas de las comodidades básicas. No tienen acceso a agua potable ni a instalaciones sanitarias adecuadas.

Pese a que el gobierno se ha comprometido a reducir la incidencia de la pobreza, no se han llevado a cabo reales esfuerzos para reducir la desigualdad en la distribución de la riqueza y el ingreso entre ricos y pobres. Las cifras gubernamentales no brindan una información y análisis detallados de la distribución del ingreso y la riqueza en el país en términos de ricos y pobres, sino que se refleja mayormente en términos de diferencias étnicas y raciales.

El gobierno debe orientar su política hacia la reestructura de la riqueza y las oportunidades para que los pobres y desamparados puedan mejorar su situación. Dicha reestructura debe estar dirigida al acceso y propiedad de medios de producción como la tierra, las herramientas de trabajo en el campo y la pesca, lanchas, redes, créditos, y una comercialización y transporte justos.

Es importante diseñar nuevos lineamientos para la política de la tierra, con respecto a los criterios para otorgar acceso y títulos de la misma. La política actual de enajenación de la tierra tiene que ser más equitativa, abierta y transparente. Los derechos tradicionales de los pueblos indígenas para con sus tierras y selvas deben ser reconocidos.

Problemas ambientales

Aunque se ha registrado una alta tasa de crecimiento económico del 8% en el país en los últimos años, la situación del medio ambiente es preocupante por el agotamiento de los recursos naturales y el deterioro de la calidad ambiental.

El rápido ritmo de deforestación, la pesca excesiva de nuestros recursos ictícolas, la pérdida de nuestros pantanos y manglares, el daño a las zonas montañosas, la degradación de las tierras, la destrucción de recursos hídricos subterráneos, la generación de desechos tóxicos y domésticos, el deterioro de la calidad del aire y el agua y la aparición de lluvias ácidas son todas cuestiones urgentes.

Esto demuestra que el modelo actual de desarrollo no es sostenible con criterios ambientales. Aunque el gobierno esté comprometido con el desarrollo sostenido, la implementación de sus políticas y proyectos no reflejan dicho compromiso.

Bibliografía

1. Informe Económico 1995/96, Ministerio de Finanzas, Malasia.

2. Informe General del Censo de Viviendas 1991, Malasia.

3. Informe General del Censo de Población (Volumen 2) 1991, Malasia.

4. Informe de Desarrollo Humano 1996, PNUD.

5. Anuario de Información de Malasia, 1994 y 1995.

6. Informe de Encuesta sobre la Fuerza de Trabajo 1992-93, Malasia.

7. Informe Anual 1990, 1993 del Ministerio de Salud Malasia.

8. Séptimo Plan de Malasia 1996-2000.

9. Estadísticas Vitales de Malasia, Comunicado Especial 1991-93.