HONDURAS

Publication_year: 
2009
Summary: 
Honduras es uno de los países más pobres de América Latina. La crisis financiera internacional ya auguraba que la vida de los hondureños sería aún más difícil, pero el Golpe de Estado, apoyado por los sectores más reaccionarios de la sociedad – en particular los defensores de la cultura patriarcal – ha recrudecido los problemas. Las organizaciones sociales, y en particular los movimientos feministas, organizan la resistencia contra el régimen de facto.

TRAS LA CRISIS, DICTADURA

Centro de Estudios de la Mujer Honduras (CEM-H)
Suyapa Martínez
Ana Ferrera
Mauricio Aguilar

Honduras es uno de los países más pobres de América Latina. La crisis financiera internacional ya auguraba que la vida de los hondureños sería aún más difícil, pero el Golpe de Estado, apoyado por los sectores más reaccionarios de la sociedad – en particular los defensores de la cultura patriarcal – ha recrudecido los problemas. Las organizaciones sociales, y en particular los movimientos feministas, organizan la resistencia contra el régimen de facto.

El siguiente trabajo está compuesto por dos secciones. La primera, relativa a los impactos de la crisis mundial sobre la economía y sociedad hondureñas, fue redactada previo al golpe de Estado del 28 de junio de 2009. La segunda sobre la respuesta de los movimientos sociales, y en particular los feministas, frente al golpe de Estado.
 
Honduras es el tercer país más pobre de América Latina, después de Haití y Nicaragua. Si bien la pobreza pasó de 63,7% en 2005 a 59,2% en 2008, y la pobreza extrema de 46% a 36,2% en el mismo período1, esa disminución no representa un gran avance. En valores absolutos 73.831 hogares dejaron de ser clasificados como hogares en pobreza extrema, pero se observa que existen 121.390 nuevos hogares en pobreza relativa2. Lo que existió fue, en rigor, un pasaje de hogares en extrema pobreza a pobreza relativa.

Según lo establecido en las Estrategias de Reducción de Pobreza (ERP), desarrolladas para cumplir con  los Objetivos del Milenio, para el año 2015 la pobreza relativa debería situarse en 42% y la extrema en 19%3. Es claro que la meta no se alcanzará porque, a las situaciones existentes en el país, se añaden las que derivan de la actual crisis mundial. Entre finales de 2008 y comienzos de 2009 fueron reportados por la Secretaria del Trabajo más de 10.745 despidos. Se estima, además, que la inflación superó el 11% en 2008.

Las remesas familiares provenientes de Estados Unidos y España han comenzado a desacelerarse y han venido disminuyendo su participación en el Producto Interno Bruto, al representar un 21% en 2007, 20% en 2008 y se espera un 18% en 20094.

El plan Zelaya

El gobierno de Manuel Zelaya Rosales ha continuado con sus políticas asistencialistas de corte populista – según el Banco Mundial, programas de cobertura limitada, la mayoría carentes de sistemas de control y evaluación – a la vez que se ha mantenido la confrontación entre los tres poderes del Estado. Tal es el caso de acciones  tomadas por el poder ejecutivo para el ahorro de combustible, que han sido recusados por anticonstitucionales, recursos aceptados por la Corte Suprema de Justicia. Esto ha llevado a una polarización entre el poder ejecutivo y los poderes legislativo y judicial que se advierte también en la firma de la Alternativa Bolivariana para América Latina y El Caribe (ALBA), promovida por Venezuela, sin contar con el apoyo del Congreso. Esto ha llevado  a la agudización de los principales problemas del país, tales como la crisis energética y la inseguridad ciudadana.

Desde la aprobación de la ERP en 1999, luego del huracán Mitch, cada gobierno ha realizado sus propias reformulaciones del documento. El presidente Zelaya, por su parte, ha debilitado el marco institucional de la iniciativa, dándole un sesgo favorable a la Red Solidaria que en un inicio se llamó “Manuel Zelaya Rosales”. Además, creó de manera inconsulta el Ministerio de Desarrollo Social y de la Red Solidaria, lo que bajó automáticamente el perfil del Consejo Consultivo de la ERP, en el que están representadas las organizaciones de la sociedad civil y de gobierno.

Algunas expectativas, más retrocesos

Con una fuerte oposición de las empresas privadas, el Gobierno subió el salario mínimo a 5.500 lempiras, la moneda nacional (USD 297), sin incluir a las empresas maquileras y las empleadas domésticas, quienes quedaron exentas del mismo. A su vez, en el mes de agosto de 2008 se firmó el ALBA, que ha despertado gran expectativa en la población hondureña, sobre todo en los sectores más vulnerables. El convenio incluye asistencia médica, educativa, donación de maquinarias y equipamientos y la iniciativa Petrocaribe, que permitirá compras de petróleo con financiamiento a largo plazo y con intereses muy bajos5. El ahorro generado por esta transacción da apertura a un fondo de fideicomiso que será utilizada para financiar proyectos de desarrollo social.

En la presente administración el presupuesto de la secretaría de seguridad pasó de USD 140,6 millones a USD 156,6 millones. Sin embargo, creció el narcotráfico y también la corrupción. Así, en el mes de marzo de 2008 las organizaciones sociales de derechos humanos, movimiento de mujeres y feminista, iglesias y movimiento popular se sumaron a la huelga de hambre iniciada por un grupo de fiscales que denunciaron la corrupción al interior del Ministerio Público. El hecho desencadenó una serie de denuncias contra otras instituciones del Estado. Como casos destacados pueden citarse los nombramientos del Fiscal General del Estado, Magistrados de Corte Suprema de Justicia, Comisionado Nacional de los Derechos Humanos y Magistrados del Tribunal Supremo Electoral.

Por otra parte, el retraso en el envío del presupuesto general de 2007, enviado al Congreso Nacional en abril de 2008, y el de 2008 – que aún no había sido presentado a abril de 2009 – permite maniobras en los fondos públicos y retrasa la implementación de los proyectos anti-crisis.

Impacto de la crisis y medidas paliativas

La recesión que resulta de la crisis global agudiza los problemas ya existentes. El mayor impacto se puede observar en:

Crisis energética

El incremento – en más del 100% – de los precios internacionales del crudo y los derivados del petróleo durante el año 2008 disparó los precios del trasporte de mercancías y de la producción de bienes y alimentos. Esto provocó, a su vez, un aumento drástico de la canasta básica y disminuyó el poder adquisitivo de la población hondureña. También aumentaron los costos de producción de energía eléctrica – en la actualidad más de 70% de la energía que se consume en el país es generada mediante plantas que operan con búnker (fuel oil). Las tarifas de la energía eléctrica se dispararon en un 30%, impactando especialmente en los sectores más pobres, la clase media, los pequeños comerciantes y los pequeños productores. El Gobierno trató de contener estos impactos otorgando unos USD 6 millones en subsidios que beneficiaron únicamente al 3,3% del quintil más pobre6 – unas 100 mil familias7. A pesar de la posterior caída de los precios del crudo en el mercado mundial, en Honduras las tarifas de energía eléctrica se mantuvieron tan elevadas como en el peor momento de la crisis energética.

A inicios del año 2009 el Presidente del Congreso Nacional presentó un proyecto de decreto que apuntaba a una drástica rebaja en las tarifas de energía eléctrica. La medida, que no preveía ningún control, agudizaría la crisis de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica y beneficiaría sustancialmente a las plantas privadas. En respuesta, las organizaciones sociales y populares realizaron una serie de marchas y manifestaciones públicas para exigir al Gobierno la nacionalización de todas las plantas de generación de energía.
Crisis financiera
La economía hondureña es sumamente dependiente del mercado estadounidense. Más del 85% de los productos que se producen se exportan a Estados Unidos. Uno de los sectores donde la crisis golpeó directamente es el de las zonas francas o maquilas. Como consecuencia de esto, la Asociación Nacional de Maquiladores anunció, en noviembre de 2008, la pérdida de 25 mil puestos de trabajo –85% de ellos correspondientes a mujeres – debido al cierre de fábricas.
Como parte del plan anti-crisis el Gobierno ha anunciado que, en el corto plazo, se generará a lo largo y ancho del territorio un número importante de empleos; uno de los principales recursos será el programa de Caminos por Mano de Obra, para la ejecución de proyectos de caminos vecinales8 . Esto no parece fácil de concretar dado que 2009 es el último año de gobierno de Zelaya y cada nuevo gobierno ha venido desconociendo lo planificado por el anterior9.
En el sector bancario, los sectores productivos de bienes de exportación no están solicitando financiamientos a la banca comercial. Esto estancó el flujo de dinero y produjo iliquidez en el sistema. Otro de los problemas es el acaparamiento de capitales por parte de los socios de los bancos, que no desean arriesgar su capital y prefieren que sea el gobierno quien haga las inversiones. Esta práctica se vio reflejada claramente cuando los grandes inversionistas de los capitales bancarios decidieron sacar del país, en un período aproximado de un mes, un promedio de USD 200 millones10. La situación motivó una seria denuncia ante la Comisón Nacional de Banca y Seguros, cuyo presidente fue despedido. Para generar liquidez, el Gobierno redujo el encaje bancario e incrementó el financiamiento a los sectores productivos a una tasa no mayor al 10%.
Crisis alimentaria
En Honduras la subida de precio en el trigo significó un aumento directo de 40% de la harina de trigo, lo que generó, a su vez, un aumento en el precio del pan. Productos de consumo diario para la población, como el arroz y la harina de maíz, sufrieron un incremento durante el último semestre de 2008 de un 110%. La escasez de alimentos no sólo se debe a la falta de producción de los agricultores, sino que también está vinculada a la crisis energética mundial. A raíz de ella, el maíz cosechado para consumo humano fue desviado, exportándolo para producir etanol. La inevitable subida de precio del producto movió al alza el costo de todos los productos procesados en base a harina de maíz. Por otra parte se observó una crisis de producción de granos básicos como secuela directa de la subida de los precios de los insumos agrícolas, que se elevaron 80%.
Para disminuir el impacto de la crisis, el Gobierno ha implementado algunas medidas de asistencia social tales como el Bono Materno Infantil que llega al 61,4% del quintil más pobre, el Bono Educativo 41,6% del quintil más pobre, la Mochila Escolar y la Merienda Escolar, que llega el 29,8% del quintil más pobre.

“Ni golpes de Estado ni golpes a las Mujeres”.

El 28 de junio de 2009 el ejército hondureño perpetró un golpe de Estado contra el presidente constitucionalmente electo, Manuel Zelaya Rosales, enviándolo al exilio y nombrando como su sucesor o “presidente provisional” a Roberto Micheletti, hasta entonces presidente del Congreso Nacional de Honduras. Este golpe se realiza en alianza con los partidos políticos tradicionales, el sector empresarial, la Corte Suprema de Justicia, la Iglesia Católica y la mayor parte de los medios masivos de comunicación, entre otros.

El golpe de Estado ha sido, también, un golpe contra las organizaciones sociales hondureñas. La represión del Gobierno de facto ha provocado muertes, cientos de heridos y desplazados, y la violación de derechos fundamentales de la población.

Tradicionalmente, las hondureñas padecen grandes desventajas. A pesar de que presentan mayor nivel educativo que los hombres y representan el 52,6% del total de la población en edad de trabajar, únicamente 34,3% de ellas forma parte de la Población Económicamente Activa (PEA). La pobreza de los hogares con jefatura femenina (64,1%) es proporcionalmente mayor que en los  hogares con jefatura masculina (58,8%)11, brecha que se profundiza en la pobreza extrema, donde el 38.8% son mujeres y 34,9% varones.
 
Entre fines de 2008 y principios de 2009 se habían presentado al Congreso Nacional decretos que violentaban el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo; tal era el caso del decreto número 54-2009 que penaliza la venta, uso y promoción de las píldoras de anticoncepción de emergencia. Y en enero de 2009 se presentó una reforma del código penal para que se reconociera el derecho a la vida desde la fecundación, aunque todavía se encontraba en discusión cuando las fuerzas reaccionarias se hicieron con el poder.  

Ya la crisis internacional había  generado un escenario propicio para el aumento de la delincuencia, la violencia sexual contra mujeres y niñas – que reporta más de 540 casos anuales12 – y los feminicidios – más de 1.000 en los últimos seis años13.  A esto se sumaba el avance de los fundamentalismos religiosos, llegando al Poder Legislativo llegaron diputadas vinculadas al Opus Dei y a los sectores más conservadores de la Iglesia Católica que hacían retroceder los derechos de las mujeres, y que fomentaron el golpe de Estado.

La represión desatada por el Gobierno de facto ha provocado muertes, cientos de heridos y desplazados, así como la violación de derechos fundamentales de la población. Se limita el derecho a la libre circulación, a la libre expresión, entre otros, sobre todo de la población aglutinada en la resistencia popular. En este contexto de violencia y pérdida casi total de la institucionalidad, la violencia contra las mujeres recrudeció, catalizada por la cultura patriarcal que considera como de su propiedad el cuerpo femenino. Mujeres de la resistencia popular y también otras que, sin participar, se han encontrado en escenarios de resistencia, han vivido en carne propia la represión de los cuerpos policiales y del ejército. Desde el primer momento en que se supo del golpe de Estado, las integrantes del movimiento de mujeres y feministas se han movilizado en contra de esta acción, sumándose a la resistencia junto a los sectores populares de todo el país.

En este marco surgió Feministas en Resistencia, instancia en la cual se aglutinan organizaciones de mujeres, feministas organizadas e independientes, entre otras. Las Feministas en Resistencia trabajan en pro de defender y visibilizar los derechos y luchas de las mujeres. Con mensajes como “Ni golpes de Estado ni golpes a las Mujeres” han logrado vincular dos grandes problemas del país aportando, así, a una visión más integral de la problemática que hoy se vive.

Las Feministas en Resistencia de Honduras han realizado y planificado diferentes acciones junto a las mujeres movilizadas de Costa Rica, Guatemala y otras organizaciones de  Centroamérica y otros países. Esta iniciativa cuenta con la participación de las distintas organizaciones que componen la coalición nacional de Social Watch en Honduras, incluyendo el Centro de Estudios de la Mujer y el Centro de Estudios y Acción para el Desarrollo de Honduras. 

1 Base de datos del Instituto Nacional de Estadísticas.

2 Díaz burdett, M. Honduras: ¿Cómo afrontar la crisis financiera internacional?

3 Banco Mundial (2007). Informe sobre el gasto público.

4 Plan del Gobierno de Honduras Para Enfrentar los Efectos de la Crisis Económica y Financiera Internacional. Marzo de 2009.

5 Informe de la Comisión Administradora del Petróleo del mes de noviembre de 2008.

6Banco Mundial (2007).

7 Foro Crisis Energética y Desarrollo en Honduras, UNAH, septiembre de 2008.

8  Plan del Gobierno de Honduras Para Enfrentar los Efectos de la Crisis Económica y Financiera Internacional.

9 Entrevista con el Diputado del Congreso Nacional Marvin Ponce.

10 Entrevista con el Economista Martín Barahona.

11 INE (2007). Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples.

12 Dirección General de Medicina Forense.

13 Base de datos del Centro de Estudios de la Mujer y el informe del Observatorio de la Violencia UNAH, enero de 2009.

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