A pesar de las eminentes promesas realizadas por sucesivos gobiernos, la situación socioeconómica en Pakistán sigue siendo desesperada, con una brecha cada vez mayor entre ricos y pobres. Los indicadores de desarrollo social en cada sector son alarmantes y las mujeres y niñas son las más afectadas debido a la inferior condición social que se les asigna.
La situación socioeconómica que enfrenta Pakistán es desalentadora. Luego de haber caído de 31% en 1979 a 17% en 1988, la tasa de pobreza aumentó a 33% en 1999, y hoy se estima que 38% de la población vive por debajo de la línea de pobreza. La pobreza y la brecha entre ricos y pobres continúa creciendo junto con las altas tasas de inflación.
Por muchos años, los presupuestos para el desarrollo de Pakistán no se cumplieron totalmente, y muchos de los recursos designados a gasto social – recursos cobrados a los ciudadanos del país – se volcaron en cambio a oficiales de gobierno, burócratas y contratistas corruptos. Esta corrupción irrestricta ha dado lugar a una clase social neo-feudal en Sindh y Punjab, las dos provincias más grandes de Pakistán.
Indicadores sociales
Educación
El sector educativo es inmenso pero fragmentado y notoriamente resistente al cambio. De aproximadamente 18 millones de niños, solamente 42% asiste a la escuela e históricamente, menos de la mitad de los matriculados completan cinco años de escolaridad. Es probable que en cualquier día determinado del año, alrededor de un cuarto de los maestros de escuelas públicas no concurran a dar clases, y esto en un país donde el índice alumno-maestro es ya extremadamente alto, con un promedio de 55 alumnos por cada maestro calificado.
Por lo tanto no sorprende que la alfabetización sea un grave problema en Pakistán. A pesar de la mejora en las tasas de alfabetización, desde que el país ganó la independencia en 1947, la tasa total de alfabetización de 45% (56,5% para hombres y 32,6% para mujeres), todavía está muy por debajo de la de los países de la región. Si bien es cierto que las tasas de alfabetización han aumentado en términos generales, con el crecimiento general de la población el número de pakistaníes no alfabetizados se ha duplicado desde 1951, mientras que el número de mujeres no alfabetizadas se ha triplicado.
Además de las marcadas diferencias de género en los logros educacionales, también hay disparidades entre las áreas rurales y urbanas y entre las diferentes provincias del país. La tasa de alfabetización en las áreas urbanas es de 58,3%, mientras que en las áreas rurales es de 28,3%, y solamente de 12% entre mujeres campesinas. La desigualdad en las tasas de alfabetización entre las cuatro provincias está especialmente influenciada por las disparidades entre hombres y mujeres.
Salud
Se estima que cada 20 minutos muere una mujer en Pakistán debido a complicaciones del embarazo y el parto, y cuatro de cada cinco mujeres sufren de anemia. Cuatro de cada siete niños sufren de desnutrición. La proporción es casi de uno a dos en áreas rurales en la provincia del sur de Sindh. Uno de cada diez niños nacidos vivos muere antes de su primer cumpleaños, y uno de cada nueve muere antes de los cinco años.
La condición sanitaria de las mujeres se relaciona directamente con su baja condición social. La baja posición internacional de Pakistán se refleja en el Índice de Desarrollo de Género correspondiente al período 2004-2005 (IDG) compilado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que otorga a Pakistán el lugar 129 en 174 países. Alrededor de 30.000 mujeres mueren cada año debido a complicaciones del embarazo y diez veces más mujeres desarrollan discapacidades relacionadas al embarazo. La salud de las mujeres rurales tiende a ser especialmente mala, debido a la falta de instalaciones sanitarias y de trabajadores de la salud calificados. Por ejemplo, el índice de mortalidad materna en el área rural de Baloquistán es de 800 muertes por cada 100.000 nacidos vivos, comparado con el promedio nacional, de 340 por cada 100.000.
Hay múltiples ejemplos de las marcadas diferencias entre la condición sanitaria de las mujeres y los hombres en Pakistán. Por ejemplo, la malnutrición es un gran problema sanitario que afecta en forma desproporcionada a mujeres y niñas. Mueren más niñas que niños de entre uno y cuatro años; la tasa de mortalidad de niñas es 12 puntos porcentuales más alta que la de los niños. Esta es una consecuencia directa de la menor condición social atribuida a mujeres y niñas, quienes, como resultado, tienden a comer menos y enfrentan barreras adicionales para acceder al cuidado de su salud. Las mujeres, niñas y bebés mueren a menudo de enfermedades contagiosas como tuberculosis, diarrea, neumonía y tétanos.
En esencia, la mala condición sanitaria de las mujeres es tanto un problema social como médico. Los factores subyacentes son la falta de conciencia y atención a las necesidades sanitarias de las mujeres, la menor condición educativa y social y las limitaciones sociales impuestas a mujeres y niñas, incluyendo la práctica de la reclusión.
Desempleo
La fuerza laboral se calcula sobre la base de todas las personas que tienen diez o más años de edad y que han en determinado momento trabajado, buscado trabajo o están disponibles para trabajar aunque no lo estén haciendo. En base a la actual población, estimada en 142,87 millones y en una tasa de participación de la fuerza de trabajo de 27,46%, existen alrededor de 39,23 millones de personas activamente comprometidas en alguna forma de empleo.
Por otro lado, la tasa de desempleo, calculada como la proporción de las personas desempleadas pero que buscan empleo en forma activa, era de 6,2% en el segundo trimestre de 2005, de acuerdo a la Encuesta de Fuerza de Trabajo realizada por el Gobierno. Sin embargo, se acepta ampliamente que el desempleo es de hecho mucho más alto que dicha tasa oficial. Además, se percibe a menudo que el desempleo es mayor en áreas rurales que urbanas, debido a las oportunidades de empleo ofrecidas por las muchas industrias en las ciudades.
Medio ambiente y pobreza
Es cada vez más aparente que existe una dimensión crítica de la pobreza a la que no se le ha dado suficiente atención, que es la conexión entre las condiciones ambientales y la pobreza. Se discute, especialmente a través de la utilización de una evaluación participativa de la pobreza, que muchos de los impactos de la degradación del medio ambiente afectan especialmente a los pobres, y esto sirve para exacerbar más la pobreza. El motivo de esto es que los pobres tienen más probabilidades de depender de los bienes y servicios ambientales, en parte porque tienen menos capacidad de protegerse y por lo tanto, son más vulnerables a la degradación ambiental.
En 2004, por ejemplo, docenas de personas murieron y miles contrajeron severas enfermedades gástricas debido a la contaminación del suministro de agua en las cercanías de la ciudad de Hyderabad, en la provincia de Sindh. La contaminación fue causada porque los funcionarios de irrigación vertieron por error agua envenenada al Río Indo cerca del Lago Manchar, el cual atraviesa la provincia antes de desembocar en el Mar Arábigo. Si bien los oficiales advirtieron a las personas que hirvieran el agua o la purificaran con tabletas de cloro, muchos continuaron consumiendo agua no tratada debido a una falta de conciencia o de medios para protegerse. Las autoridades sanitarias también reconocieron que los más afectados por la crisis son los niños desnutridos, más débiles y más propensos a contraer enfermedades.
Administración y desarrollo
Existe una amplia gama de factores no económicos, como por ejemplo las sanciones económicas sobre Pakistán debido a las pruebas nucleares, la complicada situación jurídica y fiscal, el terrorismo, las divisiones por sectas y etnias, los regímenes no democráticos, la inseguridad en Baloquistán, las tensiones con India y la precipitación de lluvia radioactiva proveniente de la guerra con Afganistán, que han afectado el clima de inversión y crecimiento, creando dificultades adicionales para los pobres.
El Banco Mundial preparó recientemente informes económicos para todas las provincias del país. El informe sobre Sindh, históricamente la provincia más desarrollada y próspera de Pakistán, fue especialmente preocupante. De acuerdo a los investigadores del Banco Mundial, mientras que en 1947 Sindh era 55% más rica que el resto de las provincias, ahora es solo 16% más rica. Si bien el número de pobres está creciendo en el área tanto urbana como rural de la provincia, la incidencia de pobreza es especialmente alta en las áreas rurales. En el período 2001-2002, uno de cada dos habitantes rurales vivía por debajo de la línea de pobreza, comparado con uno de cada cuatro habitantes urbanos.
Una encuesta de las principales partes interesadas en la provincia llevada a cabo como parte del informe del Banco Mundial reveló que el primer desafío al desarrollo señalado por los entrevistados era la mala administración, seguida de la corrupción. La Tabla 1 presenta los resultados de la encuesta.
Tabla 1. Encuesta del Banco Mundial sobre obstáculos al desarrollo en Sindh (2004-2005)
Administración general | 8,1 | Directa o indirectamente relacionada a temas gubernamentales |
Corrupción generalizada | 7,3 | |
Situación jurídica y legal | 7,1 | |
Utilización ineficiente del gasto público | 6,9 | |
Infraestructura mala e inadecuada | 6,8 | Infraestructura o temas fiscales |
Escasez de agua | 6,3 | |
Bajo nivel de inversión pública | 5,8 | |
Feudalismo y “mentalidad arcaica” | 5,1 | División regional |
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Limitación menos importante ---------------------------------- Limitación más importante
Promesas incumplidas, pobreza en aumento
Los sucesivos gobiernos de Pakistán han ganado apoyo con consignas y promesas ostentosas, sabiendo bien que el país no tenía recursos financieros ni humanos para cumplir tales promesas. La promesa de separar más fondos para el sector energético a efectos de reducir la brecha entre la oferta y la demanda sólo se cumplió en forma parcial, y si bien se tomaron más medidas para mejorar el acceso al agua potable, éstas beneficiaron mayormente a las áreas urbanas.
Mientras tanto, las tasas de pobreza y desempleo continúan creciendo y la inflación en aumento ha hecho la vida cada vez más difícil para los sectores de menores recursos. El crecimiento del PBI ha sido errático durante los últimos cinco a seis años. En el 2005, hubo un crecimiento del PBI de 2,2% en la provincia de la Frontera Noroeste, 1,7% en Sindh y 0% in Baloquistán. Mientras el sector textil ha crecido significativamente, esto solamente ha beneficiado una sola clase social. Lo mismo puede decirse de la mejora en el sector energético. La privatización ha aumentado, con el consecuente costo en el ingreso gubernamental. La moneda nacional, la rupia, ha sufrido varias devaluaciones. Los precios del gas y los derivados del petróleo han aumentado drásticamente en el último año y medio.
La situación económica actual es claramente crítica y los desafíos son enormes. Sin embargo, hay varias medidas que pueden tomarse para comenzar a corregir la situación. Estas son:
Referencias
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