El balance de las directivas neoliberales

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2002
Hamid Elkam; Kamal Lahbib.
Espace Associatif

La persistente crisis, el sobreendeudamiento, la falta de compromiso del Estado con los sectores sociales de base, la indefendible feminización de la pobreza y una violación diaria de los derechos humanos son el resultado de la dos décadas de aplicación de las directivas de las instituciones financieras internacionales.

Salud: la desigualdad tras los promedios oficiales

En materia de salud, los indicadores oficiales muestran una mejoría en la situación de la población. El aumento del número de centros que dispensan cuidados básicos redujo el número de habitantes atendidos por cada uno de estos centros que pasó de 13.208 en el año 1999 a 12.662 en 2000. En cuanto a la atención médica y para el mismo período, el número de habitantes por médico bajó de 2.372 a 2.309.

Pero estas estadísticas esconden la terrible realidad de las disparidades entre zonas y sectores sociales: en Casablanca, un barrio residencial cuenta con un médico cada 275 personas, y un barrio popular dispone de un médico para 16.660 personas[1]. Es así que más del 44% de los médicos se concentran en sólo dos ciudades, Rabat y Casablanca.

Nueve en diez marroquíes no disponen de ninguna protección médico-social. La mortalidad infantil es superior a 22% con un índice bruto de mortalidad que supera el 6,5%. La cifra oficial registra 230 casos de mortalidad materna cada 100 mil nacimientos con vida y un ginecólogo para 15 mil mujeres.

Marruecos gasta menos de MAD 600 por habitante y por año en salud, lo que representa casi el 4,5% del PBI en 1997-98. Los hogares se hacen cargo directamente del 54%, el Estado financia el 26% y el seguro de enfermedad sólo el 16%. El sector público cuenta con 110 hospitales (25 mil camas) para 28 millones de habitantes, con 46 médicos para 100 mil habitantes y con 2.000 centros de salud y dispensarios.

Nueve de cada diez mujeres rurales son analfabetas

El índice oficial de escolarización de los niños de 6 a 11 años alcanzó 85% en 2000-2001 frente a 80% en 1999-2000. La mejoría fue especialmente importante en el medio rural donde el índice de escolarización pasó de 69,4% a 76,7%.

En lo que respecta a la escolarización de las niñas, el número de inscriptas en el primer ciclo básico aumentó 6,6% en 2000-2001 respecto al año anterior. Este aumento favoreció sobre todo al medio rural en donde el número de niñas escolarizadas aumentó 10,3%. Hay que señalar también que los centros asociativos de animación pudieron recibir 34.550 niños de 8 a 16 años durante el año 2000 en el marco de la educación informal, y con solamente 744 animadores.

Pero según el informe nacional sobre la situación de la niñez en Marruecos (mayo 2000), 2,2 millones de niños de 8 a 16 años se encuentran excluidos de la escuela, de los cuales 237 mil viven en la calle y 550.693 trabajan en condiciones inhumanas. Y según una reciente encuesta del Ministerio de Planeamiento, sólo en Casablanca se registran más de 28 mil empleadas domésticas de menos de 18 años.

Sesenta y siete por ciento de la población femenina es analfabeta, y 90% de esa población femenina analfabeta se encuentra en medio rural. En los comienzos de este tercer milenio, entonces, de 10 mujeres rurales, 9 no saben ni leer ni escribir.

Gasto público del Estado

El gasto del presupuesto general para el año 2002, que totaliza MAD 142.075 millones (USD 12.242 millones)[2], se distribuye de la manera siguiente: MAD 75.442 millones (USD 6.500 millones) en gastos de funcionamiento; MAD 19.925 millones (USD 1.700 millones) en gastos de inversión; MAD 46.708 millones (USD 4.025 millones) en gastos de deuda amortizable y de deuda flotante.

Los gastos de personal ascienden a MAD 51.163 millones (USD 4.400 millones), o sea, aproximadamente el 68% de los gastos de funcionamiento. Dentro de esta masa importante, un gran número de altos funcionarios acumulan numerosos cargos a la vez y cobran, por lo tanto, remuneraciones múltiples que se encuentran en contradicción con la ley vigente de prohibición de acumulación de funciones. Un desfasaje enorme que separa los pequeños salarios de los agentes (inferiores al salario mínimo interprofesional de crecimiento en Francia) y los salarios exhorbitantes cobrados por los altos funcionarios del gobierno.

El monto de los gastos de inversión es insignificante y traduce un retraimiento del Estado en su participación al desarrollo económico.[3] El Fondo Hassan II para el desarrollo económico y social, los fondos especiales de tesorería, las colectividades locales y empresas e instituciones públicas sirven para paliar esta insuficiencia en materia de inversión.

Los gastos de educación nacional y de enseñanza superior se encuentran en un estancamiento relativo, mientras que las necesidades en ese campo aumentan rápidamente. Y lo que es aún más grave, los gastos de salud sufren una continua baja que afecta negativamente el estado de salud de la población marroquí.

Paradójicamente, los gastos destinados a seguridad, es decir al Ministerio del interior aumentan sustancialmente: el 8% del presupuesto nacional en 2002 frente al 7% en 2001. En 2002, el presupuesto de este ministerio representa el doble del presupuesto del Ministerio de enseñanza superior (4% del presupuesto nacional) y casi el doble del presupuesto del Ministerio de salud (5% del presupuesto nacional).

Se sugiere las siguientes medidas de reestructuración de los gastos del Estado:

Ingresos del Estado

Para el año 2002, los ingresos globales previstos ascienden a MAD 136 mil millones (USD 11.730 millones), con una baja de 3,02% con respecto al año 2001 debida principalmente a la caída de los ingresos de privatización. Los ingresos provienen principalmente de los impuestos y de los derechos de aduana y ascienden a MAD 79.734 millones (USD 6.870 millones) (58,0% del total de los ingresos).

Los ingresos aduaneros se ven afectados negativamente por la reorganización aduanera correspondiente al acuerdo de asociación con la Unión Europea que entró en vigencia en marzo de 2000, pero también por el contrabando tolerado por el Estado entre Marruecos y los Presidios bajo ocupación española. Este contrabando genera una minusvalía de aproximadamente MAD 7.500 millones por año, aunque resulta difícil evaluar las pérdidas debidas al fraude, el contrabando y la corrupción.

En lo que tiene que ver con la privatización –en muchos casos una suerte de liquidación–, se realiza con un objetivo a corto plazo ya que se trata esencialmente de equilibrar las finanzas del Estado. En ningún momento se trata de mejorar la gestión de algunos sectores económicos al someterlos a las reglas, mecanismos y leyes del mercado.

Capacidad de movilizar el ahorro

Actualmente, el tejido económico de Marruecos se compone esencialmente de empresas familiares cuya gestión es poco racional y que constituyen un terreno poco fértil para el desarrollo del ahorro. La apertura hacia el exterior expone a las empresas marroquíes, acostumbradas a un sistema de protección y a un tratamiento privilegiado especialmente en materia fiscal, a riesgos reales y múltiples.

Es evidente que el ahorro está vinculado con el grado de confianza en las instituciones estatales. Ahora bien, existe una clara desconfianza en el Estado, sobre todo por parte de los altos funcionarios del propio Estado, y esto se traduce en una fuga enorme de capitales hacia los bancos extranjeros. Esta falta de confianza, agravada por la corrupción y la complicación de los trámites administrativos, provoca la fuga de capitales extranjeros.

Déficit comercial y endeudamiento público

De acuerdo con el informe económico y financiero del Proyecto de Ley de Finanzas (PLF), el año 2000 se caracterizó por un aumento del 35,2% del déficit comercial respecto a 1999. La tasa de cobertura de las importaciones con las exportaciones bajó del 69,5% en 1999 a 64,5% en 2000. Las transacciones comerciales con el extranjero registraron en 2000 un alza del 11,8% frente al 7,3% en 1999. Sin embargo, debemos señalar que el poder adquisitivo en general es muy bajo, lo que tiene gran incidencia en el mercado. También hay que tener en cuenta las regiones sin infraestructura (sin rutas, puentes, electricidad), hecho que explica la poca penetración del capital comercial en numerosas regiones que permanecen aisladas.

Los gastos del servicio de la deuda pública constituyen más del 32% del total de gastos del presupuesto general. El informe económico y social de la ley de finanzas indica que la deuda externa pendiente se redujo en MAD 6.600 millones (USD 568,7 millones) y bajó así un 3,7 % entre 1999 y 2000. La relación deuda externa global/PBI pasó de 51,3% en 1999 a 48,2% en 2000.

La calificación sobre el endeudamiento de Marruecos y su perspectiva según la agencia evaluadora financiera Standard and Poor’s bajó a “negativa” desde el “estable” de la anterior evaluación. En cambio se mantienen las calificaciones sobre la deuda país, sobre todo la calificación sobre la deuda en moneda local BBB/A-3[4] y en divisas extranjeras BB/B. Este empeoramiento de la perspectiva refleja la fragilización de la situación presupuestal del país y las presiones tanto sobre los precios como sobre la estabilidad de las tasas de cambio, presiones debidas al alto nivel del déficit presupuestal. Este déficit presupuestal alcanza el 9% del PBI en 2001 y tendría que bajar al 6% en 2002, aunque según Standard and Poor’s podría ocurrir que no se alcance este objetivo si el crecimiento se enlentece.

Según la agencia, el peso de la deuda se mantuvo estable (78% del PBI en 2001) ya que el alza de los déficits se compensó con los ingresos por privatizaciones. Pero estas oportunidades de privatización desaparecen y harán difíciles los ajustes presupuestales en el futuro.

Según informe de Standard and Poor’s de fecha 2 de noviembre de 2001, el gobierno debe reducir el déficit presupuestal, continuar con su programa de reformas y mejorar las perpectivas de crecimiento para mantener sus calificaciones.

Medidas de reducción y de anulación

La principal medida positiva adoptada es la conversión de la deuda en inversiones.

En realidad, el problema de la deuda se encuentra estrechamente relacionado con el desorden y el desvío de fondos que caracterizaron la gestión de las empresas públicas o semipúblicas (CNSS[5], CNCA[6], CIH[7]). En lugar de invertirlos en la economía, los préstamos fueron desviados y se constituyeron en fuentes de riqueza de una clase social que se volvió parasitaria ya que, desprovista de todo sentido empresarial o innovador, sólo se mostró apta para el consumo.

Capitales privados

La inversión privada en Marruecos se caracteriza por una falta de confianza derivada de la inestabilidad sociopolítica y de la precariedad de las instituciones, y esto explica en gran parte la escasez de inversiones extranjeras.

A esto se agrega la complejidad de los trámites administrativos, la poca transparencia de las estructuras administrativas y otros varios obstáculos entre los que se encuentra sobre todo la corrupción. El fraude y la evasión fiscal son considerables.

Conclusión

La situación actual, caracterizada por la falta de compromiso del Estado, la aplicación de políticas neoliberales, la corrupción sistémica, la negación de la derechos ciudadanos a las mujeres, la mala gestión de los fondos públicos, la impunidad en materia de violaciones de derechos humanos, políticos, económicos y sociales, es la consecuencia de decisiones políticas limitadas vinculadas al mantenimiento de los equilibrios macroeconómicos.

Esta situación lleva más que nunca a los actores políticos, económicos y sociales a buscar opciones alternativas y a reconsiderar su estrategia de desarrollo en vistas a promover la equidad y la justicia social. Frente a esta situación, también resulta imperativo entender en profundidad cuál es el papel de las ONG marroquíes en el desarrollo democrático de este período caracterizado por una mundialización cuestionable y cuestionada.

Referencias

Boletín Económico y Social de Marruecos. Informe Social 2001, publicaciones del IURS, Rabat.

Informe económico y financiero del proyecto de ley de finanzas 2002, publicación del Ministerio de Economía y Finanzas.

Proyecto de ley de finanzas No. 44-01, para el año presupuestal 2002.

Nota de presentación del proyecto de ley de finanzas No. 44-01.

Informe sobre Desarrollo Humano 2001, PNUD.

Notas:

[1] Región Gran Casablanca, Dirección de Ordenamiento Territorial, Ministerio de Planeamiento Territorial, 1999.

[2] Todas las conversiones se redondearon a la tasa correspondiente al 31 de diciembre de 2001: USD 1 = MAD 11,604.

[3] Los gastos de inversión pasan de MAD 21.695,3 millones a MAD 19.925, o sea, una variación de -8.16%.

[4] Un asegurado calificado como ‘BBB’ tiene una capacidad  ADECUADA para cumplir sus compromisos financieros. Sin embargo, es más probable que condiciones económicas adversas o circunstancias cambiantes se traduzcan en una capacidad debilitada del asegurado para cumplir con sus obligaciones financieras. Un asegurado calificado como ‘BB’ es MENOS VULNERABLE en el corto plazo que otros asegurados con calificación más baja. Sin embargo, enfrenta importantes incertidumbres y exposición a adversas condiciones de negocios, financieras o económicas que podrían derivar en una inadecuada capacidad del asegurado para cumplir con sus compromisos financieros. Fuente: Definiciones de Calificación de Standard and Poor’s. Cf. www.standardandpoors.com

[5] Régimen obligatorio de seguridad social del sector privado.

[6] Caja Nacional de Crédito Agrícola.

[7] Crédito Inmobiliario y Hotelero.